25/9/09

Wamba


A la muerte de Recesvinto quedó vacante la corona de los godos. No pocos nobles se la disputaban, y como era difícil llegar a un acuerdo, algunos de ellos y varios obispos resolvieron elegir a Wamba, un noble de edad madura que vivía retirado y entregado al cultivo de sus tierras.

Llegaron, pues, algunos guerreros con la corona a la mansión de Wamba y le suplicaron que la aceptara. El noble godo les contestó que era viejo y que no entendía de los negocios de Estado.

Insistían los guerreros, continuaba resistiéndose Wamba, hasta que al fin un soldado sacó su espada y colocandosela junto al pecho, le dijo:
- Elige: la corona o la muerte.

Wamba tomó en silencio la corona y se la colocó en las sienes. Inmediatamente estallaron gritos de júbilo y Wamba fue llevado al trono.

Ocho años fue rey, rey justiciero y valiente. Al cabo de ellos, un envidioso le dio un narcótico, le cortó la cabellera, que era símbolo de dignidad, y le vistió de monje. Cuando Wamba, al despertar, se vio tonsurado, silenciosamente se retiró a un monasterio y en él terminó sus días.

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