30/4/09

Romance a San Valero (versos baturros)









Tuve yo, cuando era chico,

(¡Felices tiempos aquéllos!)

una niñera baturra

(bastante guapa por cierto),

que era un arsenal de historias,

de oraciones y de cuentos,

y cada vez que llegaba

el veintinueve de enero,

mientras mecía mi cuna

o me daba el alimento

consistente en unas cuantas

cucharadas de borregos,

me refería la historia

del glorioso San Valero.

Aquel romance ha quedado

esculpido en mi cerebro

y hoy, a falta de otra cosa,

viene como anillo al dedo.

Como obra de la ignorancia

y la inspiración del pueblo,

no hay que decir que contiene

disparates y conceptos

que las personas sensatas

no deben tomar en serio.

Si hay alguna irreverencia

que la perdonéis espero,

porque sé de buena tinta

que el que compuso los versos

fué, hasta el día de su muerte,

creyente y cristiano viejo

y a mi, al darlos a la imprenta,

no me guía mas objeto

que avivar en mi memoria

mis infantiles recuerdos.

Decía así mi niñera...

(con música, por supuesto)



¿Qué les pasa a las campanas

del Pilar y de la Seo

que repican con mas fuerza

que si se quemara el Ebro?

¿Por qué Jupiter, Saturnio,

Mercurio y demás luceros

tién mas brillo que otros días

y en la bóveda del cielo

detienen, por un instante,

sus noturnos movimientos?

¿Y por qué razón los peces

que hay en el río Gállego

asoman el morro juera

del agua que es su elemento?

Es porque ha venido al mundo

el bendito San Valero,

y no hay naide en Zaragoza

que no se halle satisfecho

al recibir la noticia

del mano acontecimiento.

Nuestra ceudá se encontraba

sin obispo hacía tiempo

por culpa de los romanos

que protestaban del clero,

y al que despuntaba un poco

lo ahorcaban u poco menos;

así es que al ver que llegaba

a realizarse el deseo

de que en la episcopal silla

un Santo tomara asiento,

no quedó en tó Zaragoza

hombre, mjer, gato u perro

que de júbilo y argullo

no hiciese mil aspavientos.

Se cebaron en las plazas

y prencipales paseos

luces de bengala y güetes

de cinco riales el ciento.

En la confección de tortas

y roscones, consumieron

las vendedoras y algunos

acreditaos confiteros,

diez tenajas de manteca

y ocho banastas de huevos.

Fue tan grande el rebullicio,

que hubo varios atropellos

y el gobernador despuso

que salieran al momento

cuatro u cinco batallones

de ceviles y lanceros

pa impedir que se le hiciera

negún prejuicio al comercio.

Mientras tanto, no cesaban

de predicar San Valero

y su diácono Vicente

por las ceudades y pueblos

pa convertir a los moros

y judíos de ambos sesos

que en aquella época aciaga

campaban por sus respetos

y robaban las verduras

y los higos de los güertos.

El emperador de Roma

Diocleciano, al saber esto,

se puso hecho una pantera,

pues tuvía mu mal genio

y estaba agriao por un voto

de censura que le dieron

un día en el Capitolio

por abandonar su puesto;

y publicó, pa vengase,

un bando, edito u decreto,

mandando que sus pretores

llevaran ataus y presos

al obispo y su diácono

pa aplicales el tormento

(que aún se usa en los hespitales)

de los botones de fuego.

El destenguido y célebre

jurisconsulto del reino

Marceliano, deseguida

se enterpuso de por medio

pa suavizar a unos y otros

y precurar un arreglo,

pero como ya el nigocio

había tomao mal sesgo

no tuvo, como otras veces,

el tato y el güen acierto

de impedir que desterraran

de su tierra a San Valero

y que el diácono Vicente,

atau a un poste de hierro,

le azotaran las espaldas

con unos zorros de cuero

untaus on sal y pimienta

pa mayor padecimiento.

Se marchó el obispo a Enape

que es, sigún dicen, un pueblo

que está cerca de Barbastro,

y el veitinueve de enero

del año trescientos trece,

día mas u día menos

murió, rodiau de los suyos,

dejando en el orbe entero

por sus cristianas vertudes

inolvidable ricuerdo.



Y aquí termina el romance

del glorioso San Valero

que es Patrón de Zaragoza

dende su fallecimiento.




Alberto Casañal

Cómo domesticar y someter a un pueblo



Fuente: Prometeo (Hispanismo.org)

J. Radolub era un ruso radicado en la Argentina. Fue soldado zarista en la primera guerra mundial. Pobre de solemnidad, se ganaba el pan enseñando ruso a 2, a veces 3 alumnos. Dedicaba todo su tiempo a redactar humildes panfletos y folletos denunciando los poderes ocultos; textos tan lúcidos como el que se difunde a continuación como gratitud por su ejemplo. Nunca pidió ni esperó reconocimiento.

El escritor J. Radolub, sintetiza así la fórmula ínfalible de domesticar y someter a los pueblos. Cualquier parecido con la realidad.....

1) Deformar la mente a través de la enseñanza disolvente.

2) Quebrar la estructura jerárquica de la familia.

3) Degenerar las artes y envilecer la literatura.

4) Minar el respeto hacia las religiones tradicionales, provocar disidencias en el seno de sus jerarquías pastorales, trabar su accionar e influencia en el campo estatal o político.

5) Favorecer el lujo, las modas fantásticas, los gastos irrazonables y poco a poco excluir la posibilidad de gozar las alegrías sencillas.

6) Desviar la atención de las masas mediante diversiones estúpidas, espectáculos embrutecedores, etc. Distraer al pueblo con futilezas, para impedir el criterio sano, que lo conduzca a analizar problemas de real trascendencia.

7) Aturdir los espíritus mediante ruidos estridentes, debilitar el organismo favoreciendo sistemas de vida desnaturalizados.

8) Incitar al descontento, los odios y la envidia entre las distintas clases sociales, reemplazar a los dirigentes eficaces y favorecer el culto al becerro de oro.

9) Destruir los acuerdos entre obreros y patronos por medio de la explotación, las huelgas y el cierre patronal, impedir a toda costa el entendimiento entre el trabajo y el capital.

10) Corromper a las clases adineradas e incitar a la desesperación a los pobres contra las mismas.

11) Destruir las clases rurales, promoviendo una economía de ficciones monetaristas sin sustento en la riqueza real de las naciones.

12) Cultivar y difundir toda clase de utopías a fin de llevar a los pueblos a un laberinto de ideas y proyectos irrealizables.

13) Encarecer la vida aumentando salarios ilusorios mediante la desvalorización monetaria.

14) Provocar la desconfianza a nivel internacional, promover la formación de sectores antagónicos. Crear una dialéctica de falsas oposiciones entre partidos aparentemente rivales, pero umbilicalmente unidos por lazos ilegales inconfesables.

15) Impedir, si es necesario por la fuerza, la formación de Estados nacionales autárquicos.

16) Elevar a los poderes públicos a individuos comprometidos con sectas dominadas por la usura internacional.

17) Imponer como dogma intocable en la educación las ideologías universalistas sustentadas en principios materialistas y liberales.

18) Promover la agonía de los Estados nacionales, calumniándolos como expresión de egoísmo, discriminación o guerrerismo.

19) Pauperizar primero y principalmente a la clase media, por su natural independencia.

20) Crear polos de poder internacional aparentemente antagónicos y sugerir como única "salvación" ante las crisis bélicas la constitución del gobierno mundial, realizándose entonces la "profecía" de Enrique Heine: "Un pastor con un cayado de hierro conduciendo a un rebaño de ovejas esquiladas que balarán

Está claro, es lo de siempre, detrás está la mano negra de una real Masonería empeñada (y de hecho lo conseguirá) en implantar el satánico Nuevo Orden Mundial, eliminar cualquier resquicio o anhelo de independencia patria, destruir la Iglesia y la fe VERDADERA y lobotomizar las mentes de los hombres, para que todos a una lleguemos por fin a ver la "verdad" y adoremos a su todopoderoso dios Lucifer, amigo de los hombres.

28/4/09

Llamamiento de Carlos VII a catalanes, aragoneses y valencianos


S.M.C. DON CARLOS MARÍA DE BORBÓN Y AUSTRIA-ESTE (CARLOS VII)



Catalanes, aragoneses, valencianos:

El 3 de Mayo, en Vera, dirigí un llamamiento a todos los españoles, lleno de fe en la grandeza de la causa que Dios ha colocado entre mis manos. Lo que no era entonces mas que una esperanza, será pronto una realidad. Los fundamentos de la restauración del trono de Recaredo, están asentados sobre los laureles de Oñate, Mañaria, Urbasa, Ciberio, Mas de Roig, Argucias, Tivisa y Reus. El camino de la victoria está regado con sangre de mártires: Uribarri, Ayastuy, García y Francesca, han hecho sus nombres inmortales.

Hoy, como entonces, pero con mas confianza, repito con el orgullo del rey de una nación heróica: Voluntarios que generosos corréis al sacrificio, fijos los ojos en el cielo y en mi bandera, yo os admiro.

Soldados de Pavía y de Bailén, que sois bastante ciegos para haceros mercenarios del extranjero, yo admiro también el valor de que habéis dado muestras.

Yo os llamo a todos, porque todos sois españoles: la obra de redención, apenas da principio, y el mundo, lleno de admiración, os contempla; la revolución está espantada, y todos los hombres de bien se regocijan. Sí, aproxímase el día en que mis mas ardientes deseos se verán realizados. Asimismo, deseando la descentralización, tal como os escribí en mi manifiesto de 30 de junio de 1869, os lo dgo públicamente hoy y de una manera solemne:

Intrépidos catalanes, aragoneses, valencianos: Siglo y medio hace que mi ilustre abuelo Felipe V creyó deber borrar vuestros fueros del libro de las franquicias de la patria. Lo que él os quitó como rey, yo como rey os lo devuelvo, porque si fuisteis hostiles al fundador de m dinastía, sois ahora el escudo de su legítimo descendiente. Yo os restituyo vuestros fueros, porque yo soy el campeón de todas las justicias.

Para cumplir mi promesa, como los años no transcurren en vano, yo os convocaré y, de común acuerdo, podremos adaptar esas franquicias a las exigencias de nuestra época, y la España sabrá, una vez mas, que sobre mi pabellón en donde está inscrito este lema: Dios, Patria y Rey, están inscritas también todas las libertades legítimas.

Vuestro Rey: CARLOS

Frontera de España, 16 de Julio de 1872

La cuestión Cabrera (III): El cura Santa Cruz

(Partida guerrillera del cura Santa Cruz)



"NI CARLISTE NAIZ, TA ESPANIE BABESTUCO DOT IL MARTE (SOY CARLISTA Y DEFENDERÉ A ESPAÑA HASTA LA MUERTE)".



Lilla, 31 de Marzo de 1875

A mis amigos de la frontera

Mi indignación y mi dolor han sido grandes, al saber que mis amigos y mis compañeros de armas han sido engañados y arrastrados a seguir el partido de la revolución, por personas que han recurrido a medios infames y viles, y que han abusado de mi nombre.

Desconocería odiosamente la benevolencia y amistad de que tantos católicos me han dado muestras; sería un miserable si pudiera consentirlo. No. Yo no quiero por nada en el mundo empañar mi honor de católico.

Yo induzco a todos mis amigos de España y de la frontera a que no ayuden a los traidores y a no manchar su honra tratando con los ambiciosos, de lo cual muy pronto se arrepentirían. ¡Les han engañado! ¡les han engañado!. Todo lo que por mi cuenta les han dicho es falso. ¡Yo, ir a combatir en las filas de mis adversarios! Jamás.

Espero que todos mis amigos querrán escucharme. Si, no obstante, impulsados por la pasión de la venganza, reniegan de su bandera, que con tanto valor y fidelidad habían defendido a mi lado, cesan de ser católicos, desde ese momento cesan de ser buenos vascongados, y, por lo tanto, cesan de ser amigos míos.

Sepan que he abandonado completamente la política, y que me preparo a celebrar el santo sacrificio de la misa.

Suponiéndome a las órdenes de Alfonso y de Cabrera, me han inferido un gran ultraje, han desconocido mis principios. Debo, pues, declarar, por mi honor y por el de todos mis amigos españoles y franceses, que he defendido siempre la bandera: Dios, Patria, Rey; que no la he abandonado jamás, y que jamás he tenido la menor complicidad con los enemigos de nuestra santa causa, representada por Don Carlos VII.

MANUEL SANTA CRUZ LOIDI

La cuestión Cabrera (II): Savalls, Lizárraga y Morera




(Arriba, Savalls. Debajo, Lizárraga)



Ejército Real de Cataluña

El ejército Real de Cataluña ha sabido con la indignación mas viva, la rebelión y la traición de Don Ramón Cabrera, quien estimulado por el despecho y el orgullo, ha cometido la infamia de renegar de su historia y ponerse al servicio de la revolución coronada.

Nuestro amor por V.M., nuestro amor por la España, y nuestro honor, nos imponen el deber de protestar contra semejante conducta. Es preciso que nadie pueda creer que Don Ramón Cabrera encuentra imitadores o adeptos en este país católico, que jamás olvidará sus tradiciones de nobleza y de honor.

El ejército catalán, que al primer grito de viva Carlos VII se agrupó alrededor de la santa bandera de la legitimidad, no puede aceptar que un renegado declare al mundo que va a poner ese glorioso estandarte a los pies del rey de la revolución. Antes que tal desgracia sobrevenga, sabremos morir todos envueltos en sus pliegues, nosotros todos, que hace tres años acon tanta fuerza lo empuñamos.

Señor:

Habéis prometido matar la revolución, y la mataréis. Confiad para ello en vuestros bravos catalanes, y tened la certeza de que recibirán siempre a tiros a los que osaren hablarles de paz con la revolución, de convenio con el enemigo o de rebelión contra V.M., por quien hoy día mismo vierten su sangre.

Señor:

(firmado) FRANCESC SAVALLS, ANTONIO LIZÁRRAGA, ALBERTO MORERA

27/4/09

La cuestión Cabrera (I): Manifiesto de Dorregaray

Ejército Real de Aragón y de Valencia

Voluntarios, grande es mi pesar al anunciaros que Don Ramón Cabrera ha sido traidor a la Santa Causa que defendemos a nuestra cara patria y anuestro bien amado rey y señor, Don Carlos VII.

Ello me ha hecho una impresión dolorosa, porque no hubiera jamás creido, sin las pruebas que tengo a la vista, que quien fue el primer campeón de nuestra santa causa, la ha abandonado como un simple recluta, para encargarse de llenar el triste papel de jefe de los confidentes que le ha encomendado el gobierno de Madrid.

El hombre que tanto se ha preciado de querer a su patria, no ha vacilado en arojar en medio del combate una nueva tea de discordia para ensangrentarla y empobrecerla.

El hombre que hace confesión de haber deseado, hasta poco tiempo ha, el triunfo de nuestra causa, no se ha escondido en el rincón mas oculto del Universo, antes de anunciar que lo que desea hoy día es el triunfo de nuestros enemigos ¡Triste y fatal consecuencia de su dilatada estancia en Inglaterra!

Esclavo de mi deber como en muchas ocasiones lo he atestiguado y decidido a sostener nuestro santo pabellón hasta la última gota de mi sangre, seré inexorable hacia cualesquiera que osara combatirlo vil e infamemente.

No hubiera sido posible, después de nuestro triunfo, una paz sólida y duradera, si hubiésemos abrigado en nuesto seno elementos tan corrompidos como los que se apartan de nosotros.

Dios, con su infinita sabiduría pruebas repetidas nos ha dado, de que está de nuestra parte; pero la mayor y la mas palpable es la que nos ha enviado ahora.

Confiemos en Él: con su asistencia, con vuestro valor y vuestra abnegación, conseguiremos asegurar a nuestra querida patria la paz y el reposo que tan necesarios le son, librándola de convulsiones bochornosas única prenda que el liberalismo le ha podido asegurar.

¡Voluntarios! ¡Viva la Religión! ¡Viva España! ¡Viva el rey Don Carlos VII!

Vuestro comandante en jefe,

ANTONIO DORREGARAY

26/4/09

La Poesía popular castellana y el romancero




Hubo de existir desde los primitivos tiempos de la Reconquista entre los cristianos refugiados en las sierras de la Península y apenas se estableció la monarquía asturiana, apenas nació de un latín corrompido la lengua rústica origen de la castellana, desde aquel tiempo hubieron de existir poetas cuya voz fuese escuchada del pueblo. Sin embargo, esta poesía y estos poetas eran muy distintos de la poesía erudita y de los poetas letrados como Gonzalo de Berceo, Juan Lorenzo Segura (clérigo de Astorga), Alfonso X, el infante Don Juan Manuel, Juan Ruiz de Guadalajara (arcipreste de Hita), Juan de MENA, etc…; aquéllos, ignorantes de cuanto se había escrito en la antigüedad, ajenos tal vez a toda especie de cultura, confundidos entre el pueblo, componían solo para el vulgo, conservando y repitiendo de memoria sus toscas composiciones porque ni la escritura les sería conocida; y sus oyentes transmitiéronlos del propio modo a sus hijos y éstos a los suyos, variando el texto primitivo de unos en otros, ya por defecto de la memoria, ya por las alteraciones que sufrió el lenguaje, ya por deseo de mejorarlo. Al infundado y pedantesco desprecio con que desde muy antiguo miraron nuestros poetas letrados las sencillas relaciones populares, acháquese la falta de documentos y datos necesarios para seguir los pasos e historia de las últimas. Mas en cuanto puede deducirse de los monumentos que nos quedan, esta literatura para el uso del pueblo debió dividirse en tres distinatas categorías:

1. Lo que se solía llamar fablas, es decir, narraciones sencillas, por lo general en prosa, en las que se contaba algún suceso, ora verdadero, ora fabuloso, sirviendo para pasar alegremente los momentos de ocio, tanto en el hogar doméstico de las clases bajas, cuanto en los castillos de los señores y aun en los palacios.



2. Los cantares, destinados a ponerse en música, que se cantaban en las fiestas particulares y públicas. Estas composiciones cortas no eran solo producto de hombres del pueblo, sino que gentes cultivadas y altos personajes las hacían: llamáronse después trovas, y de este género de poesía, en la que se empleaban los metros mas artificiosos que podían encontrarse y en la que parecía agotarse el ingenio, nació poco a poco en Castilla, el trovar y la gaya ciencia que tan en auge estuvo en aquellos lares durante el S. XV.



3. Los cantares de gesta, que eran el género de poesía mas plebeyo y despreciado, compuesto por los juglares y cantado por ellos en las calles y plazas para recreo del vulgo. La música era una especie de recitado o canto monótono que reproducía las mismas entonaciones desde principio a fin. Ellos han debido ser el verdadero origen de los romances, que creció junto a la lengua vulgar llamada del mismo modo: poesía esencialmente narrativa e histórica, que contaban hechos notables y hombres célebres, a veces desfigurados. Compuestos y recitados por los juglares, clase mal vista y hasta infamada por las leyes.
No se contaba a los romances entre los géneros de poesía y si algún culto ingenio descendía a la composición de tales cantares, lo ocultaba como acción fea. Robustecida y perfeccionada la lengua, al fin llamó la atención y los mejores ingenios, primero por solaz y pasatiempo, después con mas aplicación y esmero, escribían romances o efundían los antiguos y los entregaban a los ciegos sucesores de los juglares. Entonces ya se empezaron a formar colecciones de ellos o romanceros, así como se hacían cancioneros o coleciones de trovas y demás clases de poesía. Conviene decir respecto del metro usado en los romances, que si bien por último se adoptó definitivamente el octosílabo como el mas natural, es casi seguro que en un principio no habría regla alguna fija y segura, sino que al contrario, sin cuidarse los poetas del mayor o menor número de sílabas, pondrían por versos renglones mas o menos largos que sólo se diferenciaban entre si por el imperfecto consonante que los terminaba.

En los amtiguos romances vemos también ejemplos de asonantes y a menudo se añadía una /e/ a la terminación, para que pudiesen entrar en la asonancia otras terminaciones mas difíaciles. Con este motivo se observa en el poema del Cid, que aparece escrito en versos largos de incierta medida, que algunos han creido informe remedo de los metros latinos con imperfectos consonantes, no es mas que un romance escrito como lo estarían los primitivos, poniéndose en el mismo renglón el verso libre y el asonantado:

Tu eres Rey de los Reyes
E de todo el mundo padre;
Alí adoro é creo
De toda voluntade,
E ruego a San Piedro
Que me ayude á rogare
Por mio Cid el Campeador
Que Dios le curie de male (…)

25/4/09

Santiago del Estero (Argentina)

















En honor de mi amigo y hermano argentino, Gonzalo.





Santiago del Estero fue la primera ciudad fundada en la Argentina, por lo que fue declarada "Ciudad Madre de Ciudades y Cuna del Folklore".


Fundada por el capitán Don Juan Núñez de Prado el 24 de junio de 1550 (oficial).


Un 29 de junio de 1550, llamaron ciudad del Barco al pequeño y primer establecimiento, con el fin de darle una capital a la vasta región de la provincia del Tucumán. Tras unos meses, don Juan Núñez de Prado, tuvo que trasladarla a los valles calchaquíes (hoy San Carlos), buscando evitar reclamaciones jurisdiccionales de Chile y eludiendo el asedio de belicosos juríes y diaguitas. En 1551, en la nueva ubicación, renombró a la ciudad como del Barco del Nuevo Maestrazgo de Santiago (en homenaje al Presidente de la Audiencia de Lima, Pedro La Gasca, nacido en la ciudad del Barco de Ávila, y en honor al Apóstol Santiago el Mayor, Patrono de España). Pero volvió a ocurrir, que por parecidas circunstancias que antes volvió a transportarla, una 3ª vez dejando atrás el país de la montaña, para entrar en el país de la selva, el de la boscosa llanura santiagueña. Ya sabían muy bien, cómo recomenzar una ciudad. El lugar elegido fue un sitio despejado entre la tupida vegetación, sobre la margen derecha del río del Estero (así se llamaba el río Dulce), estimado entre 1400 metros y 2 kilómetros al sur de la actual capital santiagueña.

Spanish Point (Irlanda) y la Armada Invencible















Armas de los MacClancy


Pueblecito de la Costa Oeste irlandesa, en el Condado de Clare. Rinn na Spáinneach, en gaélico irlandés. Excelente lugar para practicar Surf.


En la costa, 2.5 km desde Miltown Malbay, Spanish Point fue llamado así después de los desafortunados españoles que murieron aquí en 1588, cuando muchos barcos de la Armada Invencible se hundieron tras un tiempo tormentoso.


Muchos de quienes escaparon de los naufragios y llegaron sin incidentes a tierra, fueron ejecutados por Lord Turlough O'Brien de Liscannor y Boethius Clancy, Alto Sheriff del Condado de Clare. La región estaba infestada de soldados ingleses. Temerosos de que los españoles alentaran una rebelión, las órdenes eran matarlos allí donde los encontraran y castigar con la misma suerte a cualquiera que les cobijara. Diez mil españoles perecieron en Irlanda, bien ahogados, bien en la soga, bien a hierro. En el Condado de Mayo, un mercenario escocés llamado McLaughlan asesinó a 80 extenuados náufragos. 72 supervivientes más fueron ejecutados en la ciudad de Galway. Matanzas semejantes tuvieron lugar en las islas de Mutton y Clare. En Donegal, 560 hombres a las órdenes de Alonso de Luzón se toparon con una columna de caballería. Tras varios enfrentamientos, les prometieron seguridad si se rendían. Los masacraron en cuanto entregaron las armas.


Dicen sobrevivió un tal Pedro Blanco, quien fue guardaespaldas de Hugh O’Neall, Conde de Tyrone, uno de los pocos aliados que encontraron los españoles. Un descendiente suyo, Owen O’Neill serviría años después en el Regimiento Irlandés del Ejército Español de Flandes.


Francisco de Cuéllar, capitán del San Pedro, náufrago en Sligo, quien escribió su aventura, escapó de Crange hacia Castletown, al Este, buscando la protección de O’Rourke de Leitrim, caudillo local que acogió a los españoles y pagaría su delito con la vida. Fue ahorcado en Londres en 1590. Cuéllar huyo al norte y en aquellos lares aun se recuerda la defensa que hizo el español del Castillo de Rosclogher, perteneciente al clan de los MacClancy. Agradecido por la defensa de su castillo, MacClancy ofreció en matrimonio su propia hija al capitán. La novia no debió gustarle mucho pues el 4 de enero escapó rumbo a la costa de Antrim, donde esperaba embarcar hacia la independiente Escocia. Con la ayuda del Obispo de Derry, escapó a Escocia y de ahí a Holanda. Su barco fue bombardeado por los holandeses en cuanto lo avistaron. Otra vez náufrago. Además, doscientos setenta españoles fueron asesinados ante sus ojos antes de que pudiera ponerse a salvo y escribir su carta a Felipe II.




También estaba, Alonso Martínez de Leyva, capitán de La Rata Encoronada, quien después de naufragar en el condado de Mayo mantuvo unidos a 600 españoles en territorio enemigo.




Todavía hoy los irlandeses atribuyen a tan trágica epopeya algunos mitos nacionales, como los «black irish», nativos morenos por la mezcla de sangre española.

El capitán Cortés: ¡El Santuario no se rinde!










Durante la guerra civil, el santuario de la Virgen de la Cabeza fué escenario de un hecho de armas, que ha quedado vinculado a su historia. A mediados de Agosto de 1936, se refugiaron en el palacete de la finca del Lugar Nuevo, en el valle del río Jándula, 65 guardias civiles y 15 paisanos, con sus respectivas familias. Días después, en el propio santuario, 165 guardias civiles, familiares, 44 paisanos y cuatro sacerdotes. En total, 1.135 personas.


El capitán D.Santiago Cortés González, con anuencia del capitán Ramírez, más antiguo en el escalafón, los tenientes Rueda García, Ruano Beltrán y Porto, éste del cuerpo de Carabineros, y los alfereces Hormigo y Carbonell,más otras clases del benemérito instituto, se erigió en jefe del campamento.


Al principio, la situación fue de cierta normalidad, iban y venían los milicianos, bajaban a Andújar unas escuadras al mando de Carbonell para proveerse de ropas y víveres.Un médico, D.Carlos Torres Laguna, les prestaba asistencia sanitaria. Luego sería un eficaz historiador sobre temas de la Virgen, el santuario y Andújar. El jefe de la Comandancia, teniente coronel Iglesias y el segundo jefe,comandante Nofuentes,también se refugiaron allí. El primero, requerido por las autoridades republicanas, se desplazó, después a Madrid, de donde no le dejaron volver, quedando su familia en el Santuario. En los primeros días de Septiembre, la situación de los refugiados empezó a ser bastante tensa, ante la insistencia de las autoridades republicanas para que entregaran las armas y se procediera a la evacuación. Más hay que reconocer que el fundado temor a represalias dictó la actitud de la mayoría.El vuelo de una avioneta de la llamada zona nacional que tuvo como único objetivo lanzarles mensajes de aliento y esperanza, entre otras circunstancias,precipitó los acontecimientos. Nofuentes era partidario de la entrega de armas y la evacuación,postura que no compartían el resto de los oficiales, por temor a los peligros que ello pudiera conllevar.El día 14 de Septiembre de 1936, dos camiones llenos de refugiados abandonaron el lugar para entregarse a las fuerzas republicanas.Ante esta situación, Cortés se hizo cargo del mando, quedando detenido el comandante Nofuentes. Los bombardeos comenzaron nada más conocerse la declarada rebeldía de los refugiados. El día 15 de Septiembre cinco aviones del ejército republicano arrojaron por primera vez proclamas y algunas bombas.Eran los comienzos de ocho meses de resistencia, con bombardeos de aviación por parte de ambos contendientes,artillería, fuego de ametralladoras y morteros, granadas de mano y,al final,el empleo por los atacantes de tanques y carros blindados. Debido a la precariedad defensiva de los alojados en Lugar Nuevo, aprovechando una noche oscura e inclemente, caminaron por los escarpados riscos hacia el santuario. La comunicación entre los sitiados y la zona nacional, imposible en los primeros días, se hacía a través de palomas mensajeras, que los aviones arrojaban en paracaídas, hasta que, tomada la localidad de Porcuna,por las fuerzas que mandaba el general Queipo de Llano, se instaló allí un heliógrafo que comunicaba con el santuario. Fué angustiosa, en muchas ocasiones,la falta de víveres y ropas que se paliaba, en lo posible, con los suministros aéreos dirigidos y protagonizados en su mayoría por el capitán Carlos de Haya. Al final sucumbió la posición, atacada por varios millares de hombres,milicianos, tropa regular. El 1 de Mayo de 1937 el impacto de una granada de artillería hirió de muerte al capitán Santiago Cortés. La noticia hizo cundir el desánimo, e inmediatamente después se produciría la rendición. Al día siguiente,el Capitán Cortés tras ser operado por los sanitarios republicanos, falleció poco después del mediodía. La primitiva imagen de la Virgen de la Cabeza desapareció durante estos días de asedio del altar mayor y se piensa, según la opinión mayoritaria, que fue enterrada por algún guardia civil o familiar en algún lugar desconocido de la Sierra de Andújar. Hasta la fecha no ha aparecido y su paradero actual es toda una incógnita. La actual imagen de la Virgen data del año 1944. El balance de bajas, entre los sitiados, sobrepasó los ciento cincuenta muertos, alcanzando los heridos una cifra cercana a los doscientos cincuenta, tanto entre los combatientes como en la población civil.Los supervivientes quedaron en un estado de lamentable depauperación, al que empezaron a poner remedio, humanitariamente, las tropas sitiadoras. Se ponía así punto final a uno de los episodios más aireados por la historiografía oficial posterior a la Guerra Civil, en su afán por ensalzar las virtudes, el honor y la valentía de los hombres de la Guardia Civil.


Cortés: "Prefiero morir a convivir con la canalla roja"


Nació en Valdepeñas de Jaén (Jaén) el 7 de junio de 1897. Capitán de la Guardia Civil. Al estallar la contienda, a mediados del mes de agosto de 1936, se refugiaron en el palacete de la finca del Pilar Nuevo, en el valle del río Jándula, 65 guardias civiles y 15 paisanos, con sus respectivas familias. Días después, en el santuario de Santa María de la Cabeza, próximo a Andujar (Jaén) 165 guardias civiles, familiares, 44 paisanos y cuatro sacerdotes. El capitán Santiago Cortés González, se erigió en jefe de los refugiados. En los primeros días de septiembre, la situación se fue agravando, ante la insistencia de las autoridades frentepopulistas de que entregaran las armas y se procediese a la evacuación. Ante la negativa, a los bombardeos de aviones del ejército rojo, se unieron los fuegos de artillería, ametralladoras, morteros, granadas de mano, y al final el empleo por los atacantes de tanques y carros blindados. La comunicación que mantenía el capitán Cortés con la zona nacional, se hacía a través de palomas mensajeras, hasta que tomada la localidad de Porcuna por las fuerzas que mandaba el general Queipo de Llano, se instaló un heliógrafo que comunicaba con el santuario. La falta de víveres y ropas palió en lo posible, con los suministros aéreos protagonizados por el piloto capitán Carlos de Haya, cuñado del as de ases de la aviación nacional, Joaquín García Morato. El 1 de mayo de 1937 el impacto de una granada de artillería hirió de muerte al capitán Cortés, que rindió el santuario, poco antes de morir en el hospital de campaña en la sierra de Andujar, el 2 de mayo de 1937. La imagen de la Virgen de la Cabeza fue escondida en el bosque para evitar fuese profanada, sin haber aparecido, siendo su paradero toda una incógnita. La actual imagen que preside el santuario data del año 1944. El balance de bajas, sobrepasó los ciento cincuenta muertos, alcanzando los heridos una cifra cercana a los doscientos cincuenta, tanto entre los combatientes como en la población civil. A título póstumo, Franco le concedió la Cruz Laureada de San Fernando. Sus restos yacen en el santuario que defendió tan heroicamente.

Joaquín García-Morato, As del aire








40 AERONAVES ENEMIGAS DERRIBADAS


Joaquín García Morato vio la primera luz en Melilla el 4 de mayo de 1904. Ingresó en la Academia de Infantería de Toledo en 1920 y seis años más tarde obtuvo el título de piloto. Desde 1927 tomó parte en la campaña de África, donde fue herido y derribado dos veces. Además de piloto excepcional, dedicó toda su vida a la aviación, procurando acumular todos los conocimientos posibles sobre la misma. Consiguió los títulos de observador, piloto de hidroaviones, de caza, de polimotor, radiotelegrafista de 1ª clase, profesor de vuelo sin visibilidad, de vuelos nocturnos y de combate. Escribió varios libros técnicos, entre ellos un “Prontuario de aviación acrobática”.


Al estallar la guerra civil, era profesor de la Escuela de Vuelo de Alcalá de Henares. El 18 de julio le sorprendió de permiso en Gran Bretaña, de donde regresó inmediatamente, llegando a Córdoba en un avión alquilado, incorporándose al Ejército de Franco. Sobre este episodio, García Morato escribió: “Estando en Inglaterra con permiso particular, estalló el glorioso Movimiento Nacional, al que me incorporé‚ sin dudarlo, y desde el primer día presté‚ mis servicios como “cazador”, que era lo que por mi carácter y facultades cuadraba más en mí. Estoy regido por un vicio y por un ideal: el vicio de las emociones y el ideal de la Patria dentro de nuestra Religión”.


El 3 de agosto de 1936 presta su primer servicio pilotando un caza “Nieuport”, saliendo de Sevilla para reconocer el frente de Córdoba, bombardeando en picado una concentración de tropas rojas en El Carpio. Inicialmente voló en Nieuport, luego en los Heinkel 51, pasando después a los Fiat CR 32, que ya no dejó. Su escuadrilla, que llegó a ser célebre, se llamó primero Escuadrilla Azul y Patrulla Azul, y al aumentar el número de sus componentes, Grupo Azul. Su emblema estaba formado por un círculo con tres aves: un halcón, una avutarda y un mirlo, pintados en azul sobre fondo blanco. Su lema rezaba: “Vista, suerte y al toro”.


Entre sus múltiples acciones en distintos frentes destaca la decisiva actuación en los combates aéreos del frente de Madrid. El 18 de febrero de 1937, durante un servicio de protección de bombarderos, al llegar a la línea del frente, los cazas italianos se negaron a proteger a los bombarderos sobre territorio enemigo. A pesar de no ser escoltados,los bombarderos continuaron el vuelo y tras pasar la línea del frente fueron atacados por más de 30 cazas de la Fuerza Aérea Republicana. García-Morato, se lanzó con su patrulla (3 aviones) a proteger a los bombarderos españoles, tras unos minutos de incertidumbre y viendo en el aprieto que se encontraban los cazas españoles, el piloto italiano Capitán Nobille desobedeció la orden de no cruzar la línea del frente y salió en ayuda de los españoles, siendo seguido por el resto de la escuadrilla italiana. Por esta acción, Joaquín García-Morato sería recompensado con la máxima condecoración militar española, la Cruz Laureada de San Fernando a título individual que le fue impuesta por el general Alfredo Kindelán Duany en el aeródromo de Castejón. Durante toda la guerra fue derribado una sola vez, el 3 de octubre de 1938, según parece, alcanzado por un piloto de su propio grupo al perseguir los dos al mismo aparato enemigo.


A mediados de 1938 ingresó, junto con otro laureado, el general José Moscardó Ituarte, en el Consejo Nacional de FET y de las JONS.


El día 4 de abril de 1939 se produce la tragedia. El comandante García Morato había ido a Griñón a tomar unas vistas para una película de guerra. Con uno de los «Ratas» cogidos al enemigo, un «Fiat» y un «Messerschmitt» y desde otro aparato, se trataba de fotografiar a estos últimos atacando al primero. García Morato despegó con su «Fiat 3-51», el compañero inseparable de gran parte de la guerra, con el que tantas victorias había logrado, sin que jamás sufriese más desperfectos que los pequeños producidos por algún proyectivo del enemigo.El día era triste y gris, con nubes muy bajas y una lluvia fina y pertinaz que dificultaba la visibilidad. Se tomaron las vistas y cuando todo estaba terminado, el «Messerschmitt» y el aparato desde el que se tomaron las fotografías ya habían aterrizado, quedando en el aire el «Rata» y el «Fiat» de García Morato, y cuando se entretenía en un simulacro de combate, se produjo lo inevitable. Al intentar tomar tierra el aparato se estrelló de panza unos metros antes de llegar al campo de aterrizaje. Así moría el laureado comandante Joaquín García Morato, heroico y verdadero Caballero del Aire, el «as de ases» de la gloriosa Aviación de España, cuando le faltaba un mes para cumplir los treinta y cinco años de edad.


El cadáver fue expuesto en el Salón de Sesiones del Ayuntamiento de Málaga, por el que desfiló todo el pueblo malacitano. En 1950, el Jefe del Estado y Generalísimo de los Ejércitos, le hizo merced del título de conde del Jarama.

24/4/09

La Pintura y las vidrieras en la Edad Media






Fotos 1 y 2 de Irmao de Cá (Hispanismo.org) Monasterio de los Jerónimos de Lisboa

Foto 3 Catedral de León




Pocas noticias nos quedan de ella, por haber perecido las tablas y telas pintadas, como de materia muy sujeta a corrupción y desgracias. Consérvanse sin embargo, varias pinturas de los primeros siglos de la reconquista, principalmente en los libros y pergaminos, como se ve por ejemplo en el código de los concilios llamado Emilianense, del año 994, que se guarda en la biblioteca del Escorial, al fin de cuyo código hay 9 imágenes en dibujo que representan a 6 personas reales, un obispo y dos escribanos, y sabidas son la perfección y minuciosidad en los detalles con que se hicieron en los manuscritos, esa clase de trabajos ya mas entrados los siglos medios.La crónica Albeldense, escrita a fines del S.IX, dice que el Rey Don Alfonso II adornó con pinturas los templos de Oviedo. Es regular que las obras de aquellos primeros siglos fuesen mucho mas rudas que las que poseemos en retablos y otros lienzos de los S. XIII y XIV y que en ellas, como en esas pintadas en su mayor parte sobre un fondo de oro, se observase gran escasez de tintas (créese que el primer cuadro pintado al óleo conocido, lo fue por Juan de Bruges, quien lo envió a Don Alfonso V el magnánimo de Aragón. Representa la adoración de los Magos y existe ahora en la Iglesia de Santa Bárbara del Castillo Nuevo de Nápoles). Empleábase también la pintura como ornamentación de los edificios, mas hasta el S.XV no parece haber este arte experimentado en España, procedente de Italia, la revolución que en nuestra patria había de levantarlo a tan considerable altura.Al hablar de la pintura en los siglos pasados, imposible es no decir algunas palabras del medio por ella empleado para contribuir al mágico efecto que producen las catedrales gótico-germánicas, de las vidrieras pintadas que cubren sus rasgadas ojivas y sus espaciosos rosetones. A través de ellas se derrama sobre los ámbitos sagrados una claridad indefinible y misteriosa que, aumentando su pompa, la realza con los cambiantes y las ilusiones de la óptica. Mosaicos transparentes, destinados a modificar la luz y colorar sus rayos, la composición histórica, las combinaciones del claro-oscuro, el dibujo correcto, la perspectiva, los grupos, la representación atinada de grandes escenas no fueron para el artista la parte principal, sino la secundaria y accesoria del fin que se había propuesto al conciliar estas magníficas lumbreras con el carácter de la arqitectura y hacerlas servir para dar mas precio a sus detalles.Aprovechó sin embargo aquellos recursos y los pasajes del Nuevo y Viejo Testamento, los martirios, las imágenes de los santos se figuraron en el vidrio para la instrución religiosa de los fieles. Desde mediados del S.XV fue entre nosotros cultivado a imitación de lo que en Francia sucedía, el arte de pintar los vidrios y de formar en ellos los mosaicos e historias que adornan las preciosas vidrieras de muchas catedrales de Aragón y Castilla. Poco después hubo ya escuelas para enseñarle, y no se negarán ciertamente sus progresos, si se considera el número, la excelencia y variedad de las obras que produjeron y la reputación de sus entendidos ejecutores. Entre ellos soresalían Juan de Santillana, Juan de Valdivieso, Alberto y Nicolás de Holanda y Valentín Ruiz, y al lado de otros pintores extranjeros, que trabajaban en las principales ciudades de España, formábanse cada día gran número de aventajados profesores. Las vidrieras de la catedral de Ávila fueron de las primeras que se pintaron en España, pero sin duda que son las mas bellas las que existen en las catedrales de Burgos, Sevilla, Toledo, León y Barcelona (el arte de pintar los vidrios, decayó desde el siglo XVII).

23/4/09

La Leyenda de Ramiro I

Nunca se autotituló "Rey de Aragón", sino "hijo del Rey Sancho".

Cuenta la leyenda (que habla de Ramiro I como hijo ilegítimo de Sancho III el Mayor y una dama de Aíbar llamada Sancha):






Que García, hijo mayor del Rey Sancho, convenció a sus hermanos Fernando y Gonzalo para que acusaran a su madre la Reina Munia o Mayor, llamada también Elvira, de adulterio ante el rey y toda la Corte. El motivo fue la venganza. Estando ausente el Rey Sancho, García se encaprichó del caballo favorito de su padre, y rogó a la reina para que se lo prestase. Doña Munia se negó (por recomendación de un caballero de la Corte, pues en principio estaba dispuesta) pues el Rey no dudaría en castigarla por desidia, pues era su caballo favorito y a su mujer lo había dejado en cuidado. García tramó la perdición de su madre, ganandose la complicidad de sus hermanos en la calumnia. El Rey encerró a la Reina en la fortaleza de Nájera mientras decidía su destino, que finalmente, como era costumbre en la época se determinó que su inocencia o culpabilidad se resolviera mediante juicio de batalla. El resultado final de la batalla demostraría la verdad o falsedad de la acusación.Ningún caballero del Reino quiso arriesgarse a luchar por el honor de la Reina. Entonces Ramiro, salió al campo dispuesto a combatir contra sus hermanos. A punto de comenzar la batalla, un fraile rompió el secreto de confesión y manifestó la inocencia de la Reina (los tres hermanos avergonzados habían confesado su mala acción a aquel fraile). El joven Ramiro, que era un extraño respecto a la Reina, fue colmado de honores y alabanzas.El Rey Sancho suplicó a su mujer que perdonara a los infantes y ella finalmente accedió a condición de que el primogénito, no heredase Castilla que era de ella. La Reina, agradecida por el valor de Ramiro, le dió sus arras, que era el Condado de Aragón, con aquiescencia del Rey. Doña Munia le adoptó por hijo, haciéndole salir de debajo de sus ropas en un parto simbólico que le legitimaba.


"Puesta ya en el cadahalso un cavallero venía

el cual era don Ramiro, moço de gran osadía.

Hijo bastardo del Rey, virtuoso a maravilla,

éste repto a los infantes y les dixo que mentían(...)

Respondió luego la Reyna de esta manera dezía:

Desheredo yo mis hijos de aquello que dar podía

Y heredo a don Ramiro de aquello que merecía

Que hijo mas verdadero reparó la honra mía

Doyle el Reyno de Aragón para después de mi vida.

Luego el Rey hizo lo mismo porque muy bien le quería.

Assí fue Rey don Ramiro, por su bondad y valía

De los Reynos de Aragón, donde mucho lo querían(...)"


Eso cuenta la leyenda. No hay pruebas de que fuese hijo natural de Sancho, sino mas bien, hijo legítimo junto a sus hermanos de Sancho Y Doña Munia. Ramiro habría sido el menor de ellos...¿o no? FIN

El Fuero de Sobrarbe




El Fuero de Sobrarbe, aunque quizá fabulosas muchas de las disposiciones que en él se suponen, es la base de la constitución aragonesa. Cuéntase que como hubiese ocurrido en aquella época la vacante del trono navarro o aragonés, que algunos suponen simultáneos, pretendiendo otros ser aquél posterior a éste, que es la eterna disputa que el afán de antugüedad ha suscitado entre aragoneses y navarros, doce nobles principales eligieron rey y establecieron un código de leyes cuya observancia debía aquél jurar antes de recibir el cetro.

El objeto de estas leyes era cincunscribir a muy estrechos límites la autoridad del soberano, compartiendo las principales funciones entre el Justicia y los mismos pares o nobles, quienes en caso de violación del pacto por parte del monarca, estaban autorizados para apartarse de su fidelidad, o como según algunos decía la ley "para sustituir en su lugar, cualquier otro soberano, aunque fuera gentil".

Sobre esta tradición, negada por muchos modernos, descansa no solo el fuero general de Navarra, sino también los demás cuadernos legales que otorgaron después los reyes Don Sancho Ramírez y Don Alfonso el Batallador a las ciudades de Jaca y Tudela, y ella es fundamento y principio de las célebres libertades de Aragón que de tan merecido renombre gozan en la historia.

Dícese que un ermitaño llamado Juan, con deseo de hacer vida retirada, construyó para si una morada en el monte Uruel (cerca de Jaca) donde levantó también una capilla con la advocación de San Juan Bautista; la fama de su santidad le atrajo cuatro compañeros que quiseieron hacer la misma vida ascética y eremítica que él y al morir el ermitaño Juan acudió mucha gente de la comarca a rendirle homenaje. Entre los concurrentes hallábanse 300 nobles o caballeros que huían de los árabes y allí reunidos aclamaron por rey o caudillo según unos a Íñigo Arista, según otros a Garcí Ximénez (que suponen dió el señorío de Aragón al conde Aznar), bajo cuyo mando ganaron una gloriosa batalla a los sarracenos junto a Aínsa (desde entonces la capital del Condado de Sobrarbe). Durante la refriega, apareciose al afortunado caudillo una cuz sobre una encina, y de ahí el nombre de Sobrarbe (sobre el árbol o super-arbem), sobre la sierra de Arbe (el 14 de Septiembre acuden en romería los vecinos de Aínsa y pueblos inmediatos a una capilla se supone erigida en honor de la batalla). Al depositar aquellos hombres el poder en manos de un jefe impusiéronle ciertas restricciones y redactaron concisas reglas políticas y civiles a las que se dió el nombre de Fuero de Sobrarbe...así cuenta la tradición, sin que a nosotros haya llegado monumento alguno que la justifique.

Si bien, no queda resto del fuero y los historiadores no están conformes en los términos en que fue redactado ni el tiempo en que se dió, parece indudable haber existido un pacto (cierto convenio entre los pueblos aragoneses y sus primeros soberanos, que sirvió de base al fuero general de Navarra, como a los de Jaca y Tudela.

El Fuero de Sobrarbe, ya se formara en los primeros años de reconquista, ya lo redactara Sancho Ramírez (S.XI), era unicamente relativo a la nobleza, esto es, a los hombres libres, de manera que podía llamarse Fuero de los Infanzones, como lo indica el códice de Tudela. A él se mezclaron sin duda leyes y costumbres antiguas y se adicionaron otras sucesivamente, pudiendo asegurarse por fin que hubo ciertos pactos sociales y jurados entre los monarcas y los pueblos de Navarra, Sobrarbe y Aragón, cuyos naturales, unidos desde el principio de la guerra contra los sarracenos por costumbres, simpatías y ncesidades que les eran comunes, caminaron también acordes en sus instituciones civiles, hasta que la división de las monarquías, las nuevas conquistas de Aragón y las relaciones de Navarra con Francia, les hizo contraer respectivamente otros hábitos y alejarse con el tiempo de los primitivos.

Las cartas forales y las decisiones de las Cortes, fueron las reglas a que obedecían los pueblos aragoneses hasta que Don Jaime I, después de sojuzgar a su obediencia cuanto era de conquista dentro de España, puso todo su cuidado y pensamiento en que se ordenase un volúmen de las leyes y fueros, y se interpretasen y declarasen las que estaban oscuras por la antigüedad del tiempo. A este fin en 1247 convocó cortes generales a los aragoneses en Huesca, y en ellas, bajo la dirección del sabio jurisconsulto catalán Vidal de Cañellas (obispo de Huesca), se ordenó la antigua y dispersa jurisprudencia del país y formose un volúmen dividido en 8 libros, compuesto de los venerados fueros de la tierra y de las leyes expedidas por el mismo Don Jaime y sus antecesores. Este código, que se adicionó mas adelante por el mismo monarca en otras cortes reunidas en Ejea de los Caballeros y que encierra toda la legislación de los anteriores tiempos, fue aumentándose con los decretos de los reyes posteriores y con las decisiones de las cortes, y constituyó por mucho tiempo, la regla y norma del reino de Aragón.