S.M.C. DON CARLOS MARÍA DE BORBÓN Y AUSTRIA-ESTE (CARLOS VII)
Catalanes, aragoneses, valencianos:
El 3 de Mayo, en Vera, dirigí un llamamiento a todos los españoles, lleno de fe en la grandeza de la causa que Dios ha colocado entre mis manos. Lo que no era entonces mas que una esperanza, será pronto una realidad. Los fundamentos de la restauración del trono de Recaredo, están asentados sobre los laureles de Oñate, Mañaria, Urbasa, Ciberio, Mas de Roig, Argucias, Tivisa y Reus. El camino de la victoria está regado con sangre de mártires: Uribarri, Ayastuy, García y Francesca, han hecho sus nombres inmortales.
Hoy, como entonces, pero con mas confianza, repito con el orgullo del rey de una nación heróica: Voluntarios que generosos corréis al sacrificio, fijos los ojos en el cielo y en mi bandera, yo os admiro.
Soldados de Pavía y de Bailén, que sois bastante ciegos para haceros mercenarios del extranjero, yo admiro también el valor de que habéis dado muestras.
Yo os llamo a todos, porque todos sois españoles: la obra de redención, apenas da principio, y el mundo, lleno de admiración, os contempla; la revolución está espantada, y todos los hombres de bien se regocijan. Sí, aproxímase el día en que mis mas ardientes deseos se verán realizados. Asimismo, deseando la descentralización, tal como os escribí en mi manifiesto de 30 de junio de 1869, os lo dgo públicamente hoy y de una manera solemne:
Intrépidos catalanes, aragoneses, valencianos: Siglo y medio hace que mi ilustre abuelo Felipe V creyó deber borrar vuestros fueros del libro de las franquicias de la patria. Lo que él os quitó como rey, yo como rey os lo devuelvo, porque si fuisteis hostiles al fundador de m dinastía, sois ahora el escudo de su legítimo descendiente. Yo os restituyo vuestros fueros, porque yo soy el campeón de todas las justicias.
Para cumplir mi promesa, como los años no transcurren en vano, yo os convocaré y, de común acuerdo, podremos adaptar esas franquicias a las exigencias de nuestra época, y la España sabrá, una vez mas, que sobre mi pabellón en donde está inscrito este lema: Dios, Patria y Rey, están inscritas también todas las libertades legítimas.
Vuestro Rey: CARLOS
Frontera de España, 16 de Julio de 1872
El 3 de Mayo, en Vera, dirigí un llamamiento a todos los españoles, lleno de fe en la grandeza de la causa que Dios ha colocado entre mis manos. Lo que no era entonces mas que una esperanza, será pronto una realidad. Los fundamentos de la restauración del trono de Recaredo, están asentados sobre los laureles de Oñate, Mañaria, Urbasa, Ciberio, Mas de Roig, Argucias, Tivisa y Reus. El camino de la victoria está regado con sangre de mártires: Uribarri, Ayastuy, García y Francesca, han hecho sus nombres inmortales.
Hoy, como entonces, pero con mas confianza, repito con el orgullo del rey de una nación heróica: Voluntarios que generosos corréis al sacrificio, fijos los ojos en el cielo y en mi bandera, yo os admiro.
Soldados de Pavía y de Bailén, que sois bastante ciegos para haceros mercenarios del extranjero, yo admiro también el valor de que habéis dado muestras.
Yo os llamo a todos, porque todos sois españoles: la obra de redención, apenas da principio, y el mundo, lleno de admiración, os contempla; la revolución está espantada, y todos los hombres de bien se regocijan. Sí, aproxímase el día en que mis mas ardientes deseos se verán realizados. Asimismo, deseando la descentralización, tal como os escribí en mi manifiesto de 30 de junio de 1869, os lo dgo públicamente hoy y de una manera solemne:
Intrépidos catalanes, aragoneses, valencianos: Siglo y medio hace que mi ilustre abuelo Felipe V creyó deber borrar vuestros fueros del libro de las franquicias de la patria. Lo que él os quitó como rey, yo como rey os lo devuelvo, porque si fuisteis hostiles al fundador de m dinastía, sois ahora el escudo de su legítimo descendiente. Yo os restituyo vuestros fueros, porque yo soy el campeón de todas las justicias.
Para cumplir mi promesa, como los años no transcurren en vano, yo os convocaré y, de común acuerdo, podremos adaptar esas franquicias a las exigencias de nuestra época, y la España sabrá, una vez mas, que sobre mi pabellón en donde está inscrito este lema: Dios, Patria y Rey, están inscritas también todas las libertades legítimas.
Vuestro Rey: CARLOS
Frontera de España, 16 de Julio de 1872
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