23/9/09

Los Pincheira



La leyenda los ha presentado como asesinos sanguinarios, ladrones sin cuartel y secuestradores de mujeres, pero "no fue una gavilla de bandidos; manejaban aspectos del bandidaje, como los saqueos, pero se trataba de una guerrilla cuyo objetivo era la defensa de la autoridad del rey", dice la historiadora Ana María Contador.

La primera noticia sobre ellos es en 1817, cuando asaltan Chillan comandados por Antonio Pincheira, el mayor; Santos, Pablo, José Antonio y dos mujeres completaban la descendencia de Martín Pincheira, empleado en la hacienda de Manuel Zañartu, en Parral.

Educados con los frailes franciscanos, los hermanos chilenos Pincheira fueron parte de la resistencia al nuevo orden que querían imponer O'Higgins y compañía. Despues del triunfo patriota de Chacabuco (1817), el Ejercito realista se disperso al sur y en toda esa zona los civiles se alzaron en armas para defender la causa del rey

La historiadora recuerda que los religiosos del sector eran contrarios a los principios patriotas y se mantenian fieles a la monarquia y la iglesia. Y para los lugareños, atentos seguidores de la palabra católica, era su deber de cristianos defender al monarca. Asi fue como los Pincheira se alzaron en armas.

Y no estaban solos. Recibieron ayuda económica de hacendados, como el mismo Manuel Zañartu, quien fue declarado enemigo de la patria. Clemente Lantoño, otro terrateniente de la zona, tambien apoyo al grupo y en 1827 todo el Cabildo de Chillan fue acusado de colaborar con los "facinerosos".


EJÉRCITO GUERRILLERO

Si en un principio la banda la integraron principalmente campesinos, pronto se unieron otros miembros. La persecución de sospechosos realistas por parte de los patriotas y los infaltables abusos de poder llevaron a muchos a unirse a los rebeldes. Parte de la tropa independentista, "exasperada de la necesidad y falta de sueldo", según informes de la época, fue a dar también a sus filas.

De esa forma, el contingente de Los Pincheira creció y se transformó en una gran fuerza. Los informes hablan de entre 500 y 1000 hombres. En sus huestes también entraron bandidos netos, ex presidiarios y una fauna de fugados de la ley. Pero pese a ello, subraya Ana María Contador, la banda mantuvo una estructura militar, donde el mas alto rango lo ocuparon siempre los hermanos Pincheira.

Entre 1817 y 1832 asaltaron numerosas veces Chillan, Parral, Linares hasta llegar a Talca, Curico y San Fernando. Durante dos años, y tras una emboscada patriota, se radicaron en Argentina y sus correrías alcanzaron a "Mendoza, San Luis, Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires", segun Barros Arana.

Ésa fue la época en que el gobierno de Mendoza firmó el acuerdo con José Antonio Pincheira, quien "desde el dia de la fecha -dice el tratado- es reconocido en la provincia de Mendoza por tal coronel, y jefe de la Fuerza del Sur".

El inédito documento, sostiene la historiadora, revela el caracter militar y político de la banda. Es mas, ella asegura que los Pincheira llegaron a establecer una suerte de comunidad social, con familias, un cura que oficiaba misa y una economia basada en el pillaje.

Asaltaban, saqueaban y raptaban mujeres a cambio de recompensa, como fue el caso de Trinidad Salcedo, por cuya libertad exigieron "una carga de vino, dos cargas de harina (sic) y 200 pesos en Plata", según consta en el archivo del Ministerio de Guerra. Y aunque su fama habla de brutales asesinatos y descuartizamiento de niños, Contador dice que no hay documentación que pruebe tamaña crueldad.


EL FIN



Los Pincheira fueron un problema sin solución para el gobierno. Además de los enfrentamientos armados, el Ejercito recurrió a multiples tácticas para destruirlos, desde infiltrar espías para crear intrigas entre los hermanos hasta introducir botellas de alcohol con el virus de la viruela en sus filas. Pero nada lograba resultados.

Hacia 1832 Antonio habia muerto en una batalla y Santos en un accidente en la cordillera, y los Pincheira se mantenían como el último bastión realista de Sudamérica. El gobierno propuso conversar de paz y José Antonio accedió. Fatal error; Manuel Bulnes aprovechó la confianza establecida y en una emboscada arrasó con ellos. Pablo fue fusilado y José Antonio escapó, pero al final se entregó.

Contratado como empleado en la hacienda del presidente José Joaquín Prieto, el último de los Pincheira murió anciano, rodeado de hijos y de leyenda.

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