9/10/14
¿No tenéis alas?
Dieron la cara a la vida como a la muerte, arrancándole al destino por la fe, su máscara de apariencia eterna.
Lucharon y murieron, ellos, que llevaban como una maldición, corazones de intrepidez inquebrantable. Llamadlos locos si queréis; poseídos de la demencia que no cede sino cuando todo está perdido o ni siquiera. Milicias que en las épicas fatigas, cayeron indistintas e ignoradas. Que murieron en manos enemigas, fulgentes de entusiasmo las miradas. Oscuros Alejandros y Espartacos, la ingratitud de vuestro sino aterra; en las cruentas labores de la guerra, sembradora de lauros, fueron sacos de estiércol ¡ay! para abonar la tierra. Entonces llegaron las efímeras victorias de los hombres del placer, las groseras presunciones de los hombres del dinero, las grotescas arrogancias de los hombres del poder…todo un mundo de infortunios de la pobre humanidad.
Era un día de amarguras cuando, cargados con el pesar y la derrota, escasos y desesperanzados, subieron la cuesta de la alegre montaña que veían ya a sus pies, en cuya cima la luz es clara, brillante y nítida:
“Hijos de los hombres, de qué tenéis miedo, ¿acaso creéis que vuestro destino está sellado de nuevo? ved ya que sobre las cimas del alma está cayendo luz. Abrid el corazón, porque llegó la hora matutina. Surgid en gozo, y haced como los pájaros; en los huertos esperan las mieles del fruto y los frescores del rocío.
- En los huertos cerrados – dijeron los hombres.
- ¿no tenéis alas? – replicó la luz”.
10/9/14
El amanecer de Dios
Tú no nos elegiste Señor, para que fuéramos delincuentes contra los delincuentes, sino soldados ejemplares. Aparta pues de nosotros, todo lo que otros quisieran que hiciésemos, pues solo Tú sabes con palabra de profecía para qué deben estar agudizadas las flechas y tendidos los arcos.
Si, somos muy pocos y en ocasiones caemos en la desesperanza, pues ¿qué puede hacer incluso uno, contra el propio orbe? Sin embargo, solo al reconocer la oscuridad que hoy nos rodea, viendo que por todas partes nos ciñe el destierro del mundo, es cuando entonces y solo entonces, somos capaces de atisbar con todo matiz el amanecer diario de Dios.
COR UNUM ET ANIMA UNA.
20/6/14
Esperanza
¡Resistid, dicen los malditos sin patria, luchad contra Goliat! ¡Resistid, dicen hasta los que blasfeman de la fe! ¡Resistid, gritan los que han perdido la noción del valor al pedir sacrificio en nombre…¿de quién? Y es que hasta las fieras buscan en la esperanza un rayo de fe que de a sus instintos una satisfacción.
La esperanza es hermosa cuando niño eres. Es tesoro de un derecho que la misma muerte no osa arrebatar: Esperanza es, gozar de Dios. Fulge a todas horas, bajo las estrellas y el sol. Fulge en nuestras aguas, en los tallos mas tiernos de las plantas, en los ojos bellos de la mujer y de los niños, y hasta en los del hombre en momentos en que incluso podría decirse que está prohibida.
Esperamos, cuando oramos. Nunca se clama en vano. Tú, de la misma pena, haces que nazca el sueño de la esperanza. Todo, Señor, lo escuchas. En medio de las estrellas, tu caminar suspendes, y oyes estas querellas que solo Tú comprendes.
Toda nuestra historia es una batalla para Aquél ante el cual mil años son como un día; combatimos por la libertad, la patria y la eternidad; el triunfo del bien, el orden moral y la Ley imperecedera; tal es nuestro grito de guerra, imperturbable, silencioso, invisible a sus soldados, pero entre ellos, dirige Dios mismo. Que el triunfo de su causa y la nuestra, es seguro, lo creemos y lo esperamos, porque la tenemos, Esperanza.
Dice el salmista, “AUNQUE SE LEVANTEN MULTITUD DE CAMPAMENTOS, NO SE PERTURBARÁ MI CORAZÓN Y NO DEJARÁ DE ESPERAR EN ÉL”
16/5/14
Consurge anima!
Si el sueño es realidad maquillada de mentira, mas conviene despertar que malgastar así la vida. Algo así parecido decía Bécquer, sobre asunto tan trillado, aunque a mi sin querer, me haya salido un pareado.
Si la vida es un sueño (Calderón magnus dixit) , es porque corre el hombre tal vez en pos de aspiración mezquina; sedúcenle la pompa y el renombre, y el bastardo interés su alma domina, y es su error tan profundo, que aunque asombre a muchos aserción tan peregrina, SU EXISTENCIA PASIVA, TORPE, INERTE, ES LA FASE MAS TRISTE DE SU MUERTE. ¿A qué vivir muriendo? Si tenemos en la conciencia un sol inextinguible, si a la inmortalidad podemos llegar, si es incesantemente perfectible nuestro ser, si de fuerza disponemos para escalar el cielo, si es posible progresar y vencer ¿a que ese empeño de transformar la realidad en sueño?
El hombre en su incesante desvarío, no ve que aquí en la tierra la mas pura ilusión va envuelta en lodo, Nec litteras didicit, nec natare.
POSEEMOS UNA FUERZA Y LA EXTINGUIMOS en delirios falaces y en quimeras; nuestra alma tiene alas. PODEMOS DESPERTAR Y NOS DORMIMOS prefiriendo mentiras lisonjeras a la eterna verdad. ¡¡Despierta pues el alma y ten la razón serena ante una muchedumbre adormecida!! Cuán profunda verdad, cuán repetida en nuestro mundo ha sido, mas cuán pocos la han comprendido.
Hacer una verdad nuestra existencia, no sueño engañador ni fría muerte, oponiendo un alma que resuelta y valerosa cumple en la vida su misión grandiosa. ¡¡Mueva al mal constante guerra, hasta llegar a Dios desde la tierra!!
6/5/14
Memento Toletum: una tierra, un rey.
¡AY, REY VENDIDO Y TRISTE!
¡AY, REINO INGRATO QUE OTRO REY QUISISTE!
¡ADIOS!... MURIÓ MI PATRIA CON MI REY.
ROTA EN EL CAMPO SU ESPADA,
Y BORRADA SU FE Y SUS ESCUDOS,
Y UN NUEVO DUEÑO EN SU CASA.
Al rey justo destronado por rendir culto a la fe; porque aquellas lastimeras y misérrimas ruinas, lloran sangre y se querellan, cuando avanzan las neblinas de la noche, como huestes formidables del que fue. Dios de nuestros reyes antiguos: “REANIMA LOS CORAZONES, PROCÚRALES EL VALOR DE ANTAÑO EN UN MUNDO QUE SE ENFRÍA”
Memento Toletum. Recuerda el día en que la patria nació y floreció.
27/4/14
Contra todos
“Pero ¿y si los malos españoles patrocinasen los infandos proyectos, y aumentasen sus brazos a los brazos de los tiranos; y los guardianes de las leyes patrias permaneciesen tranquilos a la vista de estas demasías; y a los que debían pagar en los cadalsos se les consintiese intervenir en los destinos de los pueblos; y éstos, olvidados de su dignidad, no se apercibiesen contra sus solapados enemigos; y si a la profunda apatía se siguiese el descontento, y a éste la anarquía, y a la anarquía…entonces, ¿qué remedio?...¡qué remedio!...Pelear contra todos…pelear; y si esto no bastase, morir como españoles; como españoles, nada mas que como españoles”.
PALADÍN DE LA NOBLEZA Y LEALTAD, Y ES EL DAÑO LA RUÍN COMPENSACIÓN. EN PREMIO A LA HONRADEZ Y LA VIRTUD ME TORTURA INCESANTE PADECER QUE ME OTORGA ESTA INJUSTA SOCIEDAD. SI OTRA GLORIA NO ALCANZO A MERECER, ¡POR QUÉ, DIOS MÍO, Y PARA QUÉ NACÍ!
Etiquetas:
Carlistas,
Cura Santa Cruz
25/3/14
Santa locura
“(…) sólo desesperan aquellos que ven el fin más allá de toda duda. Nosotros no (…) aunque pueda parecer locura a aquéllos que se atan a falsas esperanzas. Bueno, ¡que la locura sea nuestro manto, un velo en los ojos del enemigo!”
______________________________________________________________
Los fulgores del genio deslumbran al pusilánime, los arranques de un corazón noble y animoso lo dejan pasmado. Duda de todo, es el hombre sin fe alentadora, inútil para toda empresa que suponga esfuerzo soberano, sin ideales hermosos, la tortuga que envidia al águila.
¡Un loco!, exclaman los que blasonan de discretos y los bien hallados con la apacible comodidad de un vivir sin hacer cosa y empresa de provecho. Muchos no lo entienden. Tiene que acudir a otros ilusos como él. Son histéricos, dice la gente, pobrecitos, visionarios.
¡Santa locura!¡inefable ilusión!¡visión bendita!¡Dichosos los que entienden estas palabras!. Para el hombre-masa, envuelven un absurdo. El genio se abre paso entre la muchedumbre de los pusilánimes, y los reconviene con las palabras del Redentor: “hombres de poca fe, ¿por qué dudasteis?”
11/3/14
El sueño de los héroes
El sueño de los héroes es tan largo, tan largo, que agota la vida del que se sienta a su lado en espera de que despierten. Despiertan, si, ante otras generaciones para hacerles el relato de sus hazañas y mostrarles una bella ruta a seguir en la vida. Pero no tienen por qué despertar, cuando quienes los llaman saben la leyenda exacta de los que reposan.
8/3/14
Vicisti Galilae!
“¿Quién abrirá las puertas de su boca? Espanta ver el cerco de sus dientes. Cuando estornuda arroja chispas de fuego, y sus ojos centellean como los rayos de la aurora. Cuando se levanta, tienen miedo los mismo ángeles. Si alguno quiere embestirle, no valen contra él ni la lanza, ni la coraza, ni la espada. Porque fue hecho para no temer a nadie” (Job, cap. XLI)
Y tiene legión de acólitos tanto en este mundo como en las sombras:
-¡Insensatos! ¿Contra quién dirigís vuestras envenenadas flechas?
-Contra el cielo, contra Dios –responden con furia.
-Y ¿habéis creido en vuestro delirio impío, poder escalar el cielo y arrojar de él al Omnipotente?
-Si, podremos –responden- y aplastaremos al infame y borraremos del mundo hasta su nombre. Ellos o nosotros.
Señor de los ejércitos, dichosos los hombres que confían en ti: “Venid ahora todos los demonios del infierno, quiero saber qué mal me podéis hacer. Porque tomaba yo una cruz en la mano y parecía verdaderamente darme Dios ánimo contra todos ellos”
El combate no ha hecho mas que comenzar, no dejemos nunca a la tristeza adueñarse del corazón, tristitiam non des animae tuae, porque así será pues que llegará el día en que dirán finalmente: Venciste, Galileo.
Etiquetas:
Cristiandad,
Cristo
5/3/14
Fuerza moral
La fuerza moral es la virtud, que capacita al hombre para llenar sus deberes; la dignidad, que produce amor a la milicia; la gratitud, que purifica el alma; la abnegación, que sacrifica juventud y riqueza. La fuerza moral del hombre es el ESPÍRITU DE HONOR, la EXPRESIÓN DE LA DIGNIDAD, el SANTUARIO DE LA CABALLEROSIDAD, el REFLEJO DEL CARIÑO y el INCENSARIO donde la patria vierte sus glorias para perfumar el corazón de sus hijos.
La fuerza moral es la victoria, porque en ella, mas que la voluntad puede el corazón, mas que la disciplina el sentimiento patrio, mas que la obediencia el cariño, mas que el mando la intensidad del afecto, mas que la esperanza del agradecimiento el contento del terruño, y mas que las satisfacciones del presente los elogios del porvenir.
¿Qué otra cosa sino fe es esa fuerza moral, que sujeta misteriosamente opuestas cualidades? ¿No es fe la fuerza moral que levanta al pusilánime, refrena al arrojadizo, ayuda al débil y rebaja al orgulloso? Sin la fe, la fuerza moral titubearía, rodaría arrastrando los prestigios legados por el pasado y las esperanzas puestas en el porvenir. La fuerza moral basada en la fe, trae consigo la exaltación de los nobles corazones. La fuerza moral independiente de la fe, conduce al aniquilamiento de toda civilización y a la muerte de toda sociedad.
Etiquetas:
Carlistas,
Cristiandad,
Religión
28/2/14
El hombre tranquilo
Lejos de un mundo engañoso y ajeno a las tempestades que siempre roban al hombre el reposo, humilde pero animado, ante la Fe que le inspira y no importándole que las pasiones de su alrededor se agiten: él siempre despreciará las ficciones del mundo que envuelven dolor y llanto, y tranquilo, bajo el manto de la fe y la religión hablará de lo digno y lo santo.
Su mente traspasa las densas nubes buscando siempre sagrada inspiración, y es el mismo Dios quien la sustenta, pues cosa cierta es que ésta es nada sin la fe y la religión. Por ellas nace, vive, va a la guerra, y muere. Siempre gozoso y tranquilo.
Etiquetas:
Carlistas
26/2/14
Soy la fuente en la roca, el dique en la corriente
Ufánate generación moderna,
Ya cada entendimiento es un abismo,
Ya cada corazón una caverna.
¿Quiénes somos nosotros para detener y encauzar esas impetuosas corrientes, que hacen rodar a todos por el suelo en confuso tropel, saltando de tumbo en tumbo, y buscando a la luz de sus pasiones y de sus miserias una felicidad que solo existe en el Cielo, y que solo pueden ver y conquistar con la luz de la Fe? Esto no impide que nos consideremos obligados a oponer a este desbordamiento todas nuestras fuerzas, para que al arrollarlas y destruirlas siquiera pierda algo de su impetuosidad y violencia; y así, a fuerza de chocar y salvar diques, llegará el día en que otros hombres con mas bríos y facultades que nosotros puedan, no ya contener el torrente, sino convertirlo en manso arroyo.
Misión de cada generación es, dejar el terreno preparado para la siguiente…porque hoy soy yunque, pero mañana seré martillo.
Yo soy el eterno luchador que nunca
ha resultado en la contienda herido.
Si no fui vencedor, ¡aun es temprano!
Tampoco se dirá que fui vencido.
Me cruzaron los brazos en la liza…
A mi rival prestáronle terreno…
Agua pedí para calmar mis ansias
Y una copa me dieron de veneno.
Removiendo el escombro de mis dichas
El verme sin amparo no me aterra…
El luchador sus lágrimas reprime
Y se lanza con ímpetu a la guerra.
Yo soy como la fuente en la roca
Revienta en busca de la luz del día…
Y saltando los riscos a su paso
Pidiendo va la libertad que ansía.
Etiquetas:
Carlistas
20/2/14
Caballero del Ideal
Hay quienes tienen sus miradas puestas en la altura, y en ellas siempre se ve un mundo de esperanza. En su porte se delata la nobleza de su estirpe. Son paladines del enigma y peregrinos del misterio porque nadie sabe dónde van. Si quieres saberlo, alza la mirada:
Peregrinos de la vida que vagáis por el desierto,
Los que en busca de Jordanes encontráis solo un mar Muerto
Y vivís enamorados de una estrella celestial:
Si soñáis un mundo nuevo todo luz y redenciones,
Elevad los corazones
¡mas allá del sacrificio os espera el Ideal!
Ha limpiado y bruñido las armas de sus abuelos, para pelear con ellas. Le llaman loco. No tiene el caballero ninguna comunidad de espíritu con la gente que le rodea. ¡Qué amargura!, hasta su casa le pesa demasiado. Quiere hacer que reine la justicia en la tierra. Pero está solo, porque nadie le comprende y, por lo tanto, nadie le ama. Queda Don Quijote siempre vencido, pero con el ideal enhiesto.
Pasa la vida enamorado de un ideal impalpable, que sería un martirio eterno si no la alimentase la esperanza de sentir los besos de la gloria. Así pues, ¿qué sería de la humana existencia si un ideal sublime no la guía hacia un progreso eterno? Y ¡ay de aquél que en lo profundo del alma no adora a una encantada Dulcinea!. Porque Dulcinea es la Fe que al héroe alienta, la gloria por que muere el valeroso, la verdad que el filósofo rastrea. Siempre Dulcinea.
Etiquetas:
Carlistas
10/2/14
Hombres sin tiempo
La cobardía siempre busca aliados en la razón; y la razón no halló jamás en los hombres pasión mas sumisa que el miedo. Todas las pasiones se sublevan contra ella, menos el miedo, que parece un hijo sumiso de la razón. Es un ardid para someter a los pueblos o a las tropas acobardadas de antemano.
Por eso la obra de nuestra salvación es exclusiva de la audacia impelida por la voluntad de los hombres. De nada sirve tener una inteligencia de mayor calibre que el ánimo mismo, pues el peso específico de la razón, es un ancla poderosa; y ya lo decía Plauto: “en la adversidad, el recurso mas eficaz es tener buen ánimo”.
La inteligencia es un escudo; pero un escudo solo es defensivo y quien se defiende se considera de antemano vencido. Tampoco sirve de nada la quietud: que no se hable de luchar por nadie; nada de correr otra vez aventuras. Aquiétese don Quijote, que está ahora para sanar en las manos de la sobrina y el ama, y aconsejado del buen Sancho, para gozar de perpetua tranquilidad.
Hemos llegado a hacer de la quietud y del tiempo, un aliado. Se educa a los hombres con un precepto defensivo que encajó en todas las conciencias: “el tiempo y yo, para otros dos”. Baltasar Gracián fustigaba en su época ese concepto defensivo y mezquino de la vida, y lo combatía rudamente: “el sin tiempo y yo para otros dos y aun para todos”. Por eso, ésa ha de ser nuestra norma, el sin tiempo, la resolución audaz y fulgurante, la audacia ciega y heróica; y para esto es preciso no vivir de las ideas del instinto, sino de aquellas ideas del espíritu, y no hay otra manera de educar el espíritu de un hombre que por medio de las luchas de la vida.
Las ideas del espíritu se encuentran donde la naturaleza ordena en los hombres y en los pueblos: en el sentimiento, aquella reserva de energías inagotable que se llama corazón, y aquí es donde se debe centrar el alma. Procedamos como la naturaleza procede: forma un corazón, palpita y en su misterioso latido va encerrado el secreto de la vida. Un hombre y un pueblo son grandes por su capacidad de sacrificio, y esa capacidad jamás la dará el cerebro o el instinto; solo tiene impulso vigoroso para crearla, el corazón.
La riqueza y la grandeza de los pueblos se labran con la lucha, con la voluntad de vivir que impera en su corazón, y éste es el templo soberano de su grandeza, desde donde obra e irradia la gracia de Dios.
5/2/14
Indomables
Vosotros sois indomables defensores de la verdad porque la oisteis los primeros de los labios de San Pablo; y la proclamáis y la defendéis; porque el Santo Apóstol os la predicó apoyado en el báculo de una espada. A la fuerza, el valor; al orgullo, la fe; y a la embriaguez de la continua suerte, el heroico desprecio de la muerte.
Florece el germen de la energía
De tu indomable raza bravía
¡Esa indomable raza de guerra
que hasta en sus odios tiene hidalguía!
Etiquetas:
Carlistas
1/2/14
La Tradición insobornable
Cual cristiano y caballero
Teme a Dios, guarda su ley,
Sirve con lealtad al Rey,
Sé devoto y sé guerrero.
¡Hijos del suelo rociado con la sangre de los primeros mártires! Le habéis rendido el homenaje de dolor y lágrimas: presentadle ahora el de la imitación de sus virtudes; sostened la sagrada Religión que él supo defender, y todos los demás bienes os vendrán por añadidura.
Oiréis que vuestra nación os dirá: “No creáis que triunfaréis. Me revestiré de la autoridad que me concedió naturaleza; no daré lugar a aquello que solicitáis; os echaré mi maldición, y ya no os contaré entre mis hijos; éstos se reunirán, y sumisos a la voz de su madre, os harán expiar vuestro crimen de lesa patria en un patíbulo.”
Pero a ti, hijo mío el mas amado, leal a tu casa y a tu sangre, que me has estado sujeto a mi como a Dios, ¡apártate de la mentira!, no tanto por temor de las penas, cuanto por referencia de la majestad; no tanto por motivo de adulación, cuanto por conciencia del deber. Pues la Tradición es insobornable y la lealtad impertérrita.
Etiquetas:
Carlistas,
Tradicionalismo
26/1/14
Somos hombres nuevos
Decía Jovellanos, “bajo el nombre especioso de cosmopolitas, dando un colorido de humanidad a sus ideas antisociales y antirreligiosas, pretenden reducir a los incautos, cuyo consuelo aparentan desear y cuya miseria y destrucción, secretamente meditan. No hay sentimiento honesto y puro a que no hayan declarado la guerra. La humanidad suena constantemente en sus labios; el odio y la desolación del género humano, brama secretamente en sus corazones”. Tal es el propósito del hombre viejo, individuo de la especie humana que aun después de restaurado y deificado por la gracia de Cristo, conserva el sello de su nativa condición: el hombre inclinado a la tierra, hambriento de los bienes y sediento de los gozos terrenales.
NO NOS HAGAMOS SEMEJANTES A LOS DICTADOS DEL MUNDO, nos advirtió San Agustín, pues el mundo nos odia, y NO QUERAMOS CONFORMARNOS CON ESTE SIGLO, nos dijo San Pablo, pues son sus obras la vanidad, la lujuria, la avaricia, la envidia, la maldad y el dolo.
No ya solo moral sino espiritualmente somos hombres y soldados de otro siglo, sino que además, como nos sentenció San Bernardo: SOMOS HOMBRES NUEVOS, pues para Cristo y por Cristo hemos renacido: sine me nihil potestis facere.
13/1/14
Stat Crvx, Dvm Volvitvr Orbis
El mundo moderno no tiene mañana; el hombre moderno no siente el mañana; el hombre moderno vive en una extraña embriaguez, cuyo síntoma principal consiste en el instintivo culto del momento y en el olvido de toda idea de continuación y permanencia.
No, el mundo moderno no cree en lo consecutivo, ni en lo eterno.
Y en el gigantesco horno de la modernidad caen diariamente nuevas teorías, nuevas probaturas y nuevos sistemas; pero la realidad, afirmada en las honduras del mundo, aguarda a las teorías y a las quimeras para reducirlas a humo. Y en el gran yunque de la práctica están probándose y contrastándose las que se llaman verdades; y solo son salvas las que poseen savia de vida y pueden arraigar en lo real, mientras las otras se desharán como polvo vano entre los dedos.
¡No pidas ya mas luz, hombre moderno!
Sigues siendo un enigma, y va a tu alma
Toda la sombra que del mundo ahuyentas.
No me digas que es luz eso que brilla:
Eso que atrae tu mirada enferma,
La luz no es eso que obedece al hombre,
Cuya llave regula su soberbia,
Con esa luz, si solo almas hubiese,
Toda la humanidad sería ciega.
STAT CRUX, DUM VOLVITUR ORBIS. LA CRUZ SUBSISTE INMÓVIL, EN TANTO QUE EL MUNDO GIRA.
Etiquetas:
Modernismo
Suscribirse a:
Entradas (Atom)