30/3/12

Monarquía tradicional Vs. monarquía liberal


El liberalismo, el enemigo capital de la bandera española que ostenta el trilema Dios, Patria y Rey, ¿Quién imaginaría que se esforzase en reclamar para sus nefandos y oscuros pendones, el emblema de la antigua España católica? Así como el protestantismo, negando toda autoridad divina y humana, se miente a sí mismo, el liberalismo español, su digna prole, hace lo propio. Et mentita est iniquitas sibi. Si Tertuliano llamó al diablo mona de Dios porque fingía imitar sus obras, si hoy viviera, llamaría "mona del protestantismo", al liberalismo.

No hay perfección absoluta en ninguna de las formas de gobierno conocidas y ensayadas hasta hoy; pero el derecho público fundado en la experiencia de los siglos, ha proclamado que la mejor y única forma de gobierno posible, es la que concentra los poderes del Estado en un solo monarca, enlazando la universalidad con la unidad, como el gobierno de la Iglesia, fundado por el Hijo de Dios; y el de Saul, primer monarca nombrado por el mismo Rey de los reyes, o por su orden; que es la única fuente del derecho divino, al decir de los libros santos: per me Reges regnant. Derecho que toma, si cabe, mas fuerza y aumento de los desprecios y negaciones insolentes del ignaro liberalismo, cuyas sectas o partidos, mas o menos fanáticos se rechazan, destrozan y condenan mutuamente, sobre quién ha de comerse la pera mas gorda, en la gráfica expresión del cautivo de Santa Elena.

De manera que el liberalismo forma una especie de mosaico de varios pedazos y diversos colores, como el protestantismo, según el inmortal Perrone.
Y visto en todas sus fases, es el bufo de la civilización moderna; rama que, desgarrada del árbol monárquico, no puede tener las condiciones, propiedades y distintivos gloriosos de la monarquía tradicional; porque no es, como ésta, un delegado del monarca universal, fundador y supremo legislador de la sociedad, y no puede aspirar a su posesión sin pasar por las horcas caudinas de las contradicciones que los jurisconsultos llaman de hecho, derecho, origen y desarrollo, de organización, lugar, tiempo, nombre y doctrina.

En efecto, la monarquía liberal es una contradicción de derecho, porque su título solo comprende el menor número de individuos en las poblaciones; cuando la tradicional, que es la única monarquía verdadera, comprende a todos los individuos y todos los pueblos que le han dado su nombre, y aquélla jamás abrazó a todo un pueblo.

La monarquía católica y la liberal, son dos cosas contrarias y antitéticas; la monarquía pura, moderada por la ley fundamental, como en España, desde tiempo inmemorial; siempre combatida, como su Madre la Iglesia, pero jamás vencida sino momentaneamente, siempre igual a sí misma en magnificiencia y solidez.

Sin embargo, ese aborto satánico del abismo, sin pruebas ni documentos de ningún género, pretende usurpar un emblema indivisible y único, en favor de unos partidos liberalescos que reciprocamente se aborrecen y cuyo lema protestante es la división que los devora y consuma su ruina. Para el liberal, eso de monarquía tradicional es un trasto viejo, tan sobajado como la señora del Toboso: cuando la monarquía liberal, con su Rey de bastos, es una cosa tan nueva como la niña gaditana de 1812, hoy, para colmo de dichas y honras españolas, abuela de la golosa topetina. Lo peor está en que, según fama, el árbol que regaron con sangre española, parece ser que en los primeros siglos no prometerá fruto alguno. No puede ser otra cosa el sonambulismo liberalesco, que si un día se dice monárquico-católico, como se llaman rabones a los mulos sin cola, lo desmienten con sus hechos al día siguiente, conjurándose de mancomún contra la monarquía, y derribando la misma que ellos levantaron, lo cual no quita que sigan gritando ¡Viva la monarquía democrática!.

Dios confió la soberanía, y del cual la recibieron todos los que ejercen la dominación suprema de las naciones. Porque aquello de soberanía popular, es una quimera en que no creen ni los mismos que la inventaron; pero les tenía cuenta, porque a río revuelto nada pierden los pescadores de uñas luengas.


D. Hevia (1871)

23/3/12

Glorioso linaje



El Rey Don Carlos Mª de Borbón y Austria-Este: Borbón de la rama primogénita y desterrada desde la protesta de la España tradicional contra el Liberalismo triunfante; Austria, de la casa representativa de las legitimidades caídas en Italia al impulso de la revolución garibaldina; Bragança, de la estirpe Miguelista, con la misma representación contrarrevolucionaria; y Saboya, del primitivo linaje, santificado por la evolución de la segunda línea de los Príncipes de Cariñán. Era por los cuatro costados vástago de los cuatro linajes mas significados por su fidelidad a los principios tradicionales y al derecho histórico en aquellos días de su nacimiento.

Otro apunte al bicentenario (1812-2012)


Primero fue la napoleónica Constitución de Bayona de 1808, y luego la de Cádiz de 1812, que con todas las constituciones liberales habidas y por haber, porque todas ellas son hijas del nefando y punible ayuntamiento de la diosa Razón con los enciclopedistas y utilitarios padres inmundos de los viejos partidos jacobinos y afrancesados, sembraron de falsas libertades, humillaciones y hedor, el suelo patrio, que con tanta claridad de criterio nos pinta el señor Botet: “de sentido cada día mas extranjerizado y con tendencia cada día mas centralizadora creadores del Estado moderno, de este monstruo armado hasta los dientes, con una voracidad insaciable y unas uñas que se clavan en todos los miembros del cuerpo social”.

He aquí mi resumen escueto y contribución correligionaria, para en este año que nos toca, desmontar y desenmascarar humildemente, ese montón de papel roñoso que nos venden como la primigenia panacea del Estado, desde uno u otro lado del caciquismo político, que a día de hoy descansa sus posaderas (porque no hacen otra cosa que eso, descansar) en eso que llaman injustamente “Cortes Generales”.

Ramón Nocedal
explicaba bien: “la primera vez que el Liberalismo amenazó entrar en España fue en la Constitución de Bayona, la segunda, fue en las Cortes de 1812; aquellas Cortes impuestas a la Regencia por las turbas revoltosas de Cádiz, mientras que los españoles que no amaban las libertades modernas peleaban heroicamente contra ellas y contra los ejércitos franceses”.

Después de aquello vinieron los partidos liberales a España, pero no por voluntad nacional. El año 1820 llegaron por la deserción de Riego, que volvió la espalda a la América española (o mejor, la España americana), dejando que se perdiese; y vino a establecer por la fuerza, ante la cobardía del felón Fernando VII, la Constitución de 1812.

Por ejemplo, en el caso de Navarra, puede decirse que a pesar de viento y marea, nunca se aceptó el panfleto en cuestión, que de un solo golpe lastimó sus acendradas creencias religiosas y holló sus derechos seculares. Como comisionados del Reino de Navarra, el teniente general
don Javier de Elio, y su hermano don Joaquín, pusieron en manos de Fernando VII lo que sigue: “V.M. A quien la Divina Providencia destinó el trono de Las Españas (…) para acreditar la justicia de esta respetable súplica; pues le consta que a un príncipe católico delineado, como lo es V.M. para modelo de los virtuosos en los fastos de la posteridad, es sola la imperiosa voz de la Religión emanada del Cielo y pronunciada desde el Trono del mismo Dios, la exclusivamente decisiva de todo asunto, sin consideración a reflexiones humanas y a cuyo imperio ceden los especiosos títulos con que pudiera la política, al favor de la violencia, extorsiones y artificios, pintar como voluntaria la aceptación de una Constitución nueva que siempre detestó el Reino y aun de hecho no llegó a efectuarse por sus legítimos representantes, que son los Tres Estados, congregados que debían ser al efecto en Cortes Generales, en quienes en su soberano, residen unicamente las facultades para añadir, variar o aclarar el precioso tesoro de sus instituciones fundamentales.

“Si el tiempo, Señor, permitiese correr el velo que cubre esta farsa o aceptación hecha entre el tumulto y la fuerza, aparecería uno de los méritos mas brillantes que ha podido contraer el Reino en obsequio a V.M. (…) Lejos de haber suscrito a la aprobación de dicha Constitución nueva, ha dado siempre señales exteriores de una desaprobación expresa”.
Concluía pidiendo la reposición de los fueros y libertades del Reino, que Fernando VII restableció efectivamente, aunque de hecho las mutiló y quebrantó repetidas veces por gustarle demasiado el absolutismo regio, como a los liberales gaditanos gustaba el absolutismo liberal (mal llamado, soberanía nacional). Ya se sabe, que polos opuestos, se atraen.

22/3/12

El Abate Agustín Barruel, S.J.



Punta de lanza de la Cristiandad en los tiempos revueltos de la criminal Revolución. Profeta, soldado de la Luz y primigenio desenmascarador de masones e iluminatis.

"No aumentaremos la amargura de las quejas que en el día se forman contra tantos Príncipes seducidos por los jefes de los impíos, y no les diremos: '¿En qué ceguedad tan extraña vivíais? vuestra obligación era estudiar nuestros libros religiosos, para aprender a ser mejores y hacer mas felices a vuestros súbditos, y vosotros os abatisteis a disputar y aprender de los sofistas, y a seguirlos en sus argumentos contra Cristo y sus profetas. Si teníais dudas sobre la religión ¿por qué recurríais a hombres que habían jurado destruirla? Llegará el día en que el Dios de los cristianos hará nacer también dudas sobre vuestros derechos, y remitirá vuestros pueblos a los jacobinos para que las resuelvan. Vedlos ya en vuestros estados y palacios, dispuestos a aplaudir estas objeciones, como Voltaire las que vosotros hicisteis contra Cristo. Responded a su espada con las que ellos respondían y responden a vuestras leyes ' ".
(Haciendo referencia a la nómina de reyes, reyezuelos y príncipes, a sueldo de la Masonería).


En su providencial ultramontanismo, denunció la pleitesía de parte del clero, a los principios revolucionarios; cosa por cierto, que podemos hacer extensiva hoy a buena parte de los miembros de la Iglesia, anonadados por la maravillas del modernismo y las bondades del Liberalismo (¿verdad Rouco?); por no hablar de las absurdas conferencias episcopales, en la mayor parte de los casos, auténticas taifas. En su "Ensayo sobre la reforma del clero", nos dice así: "los malos sacerdotes han perdido la religión; pero principalmente esos prelados ambiciosos que solamente desean el báculo, la mitra, los honores y títulos para mantener su fausto, y unicamente pretenden una Iglesia u Obispado en las provincias, para gastar luego en Babilonia un lujo devorador, y dar un escándalo que ellos solos no creen tal, porque ellos solos le creen oculto".


En sus "Cartas Provinciales filosóficas" se burla con mucha gracia de los sueños de los filósofos sobre el origen del mundo, la formación de la materia, etc...y lo ejecuta con tal arte, que no es necesario estar enterado en los principios elementales de la física para conocer los absurdos filosóficos.


Pero sin duda, fue su erudición sobre la trama masónica e illuminati, lo que sirvió para presentar el periodo histórico de la Revolución francesa, de un modo transparente y claro, que comenzó con la convocación de la Asamblea de los Notables en 1787 y llevó a la aplicación de las tres conspiraciones a la Revolución, manifestando la universalidad de los resultados, explicada por la universalidad de sus tramas:


"¡Franceses, cuán bien sabe Dios confundir la prudencia de los prudentes, y la sabiduría de los sabios!. Preguntad al pueblo qué es de aquellos millones de habitantes que poblaban sus campos y ciudades: qué inundación de bárbaros a venido a desolarlos. El gran crimen del jacobino es su impiedad; pero su mayor recurso es la vuestra. Por vuestra impiedad sois hermanos del jacobino, y sois jacobinos de la revolución contra el Altar. No apaciguaréis el furor del Eterno que venga el Altar trastornando el trono y las leyes, por medio de la revolución. Tal es la última y la mas importante de las lecciones que nos dan esos azotes progresivos, como también las tramas mismas de los sofistas de la impiedad, de la rebelión, y de la anarquía".


Volveremos tras sus pasos...

18/3/12

El balcón de Churruca


En la villa de Motrico
el Rey de Castilla está;
la casa del gran Churruca
se propone visitar.

Y el Rey, que honra la memoria
del gran marino inmortal,
del santo amor de su pueblo
pruebas recibiendo va.

Córdoba, Anrich, Carnevali,
Viñalet y algunos mas
ya, con el Rey, de Churruca
pisan la casa natal.

Desde el balcón favorito
del héroe de Trafalgar,
contempla el Rey los espacios,
la ancha llanura del mar.

Cruzando, cerca del puerto,
tres naves rebeldes van,
de Churruca el alto muro
divisan con claridad.

Distinguen, en sus balcones,
las rojas boinas brillar,
y, a la indefensa Motrico,
hacen fuego sin piedad.

¿Qué dijera el gran Churruca
si, a sus reyes, desleal,
de aquí, viese a la Marina
su pueblo bombardear?

Así exclama el Rey de España;
y esta respuesta le da
un marino. "¡Mas quisiera
no haber visto a Trafalgar!

¡Y a vivir, le hubiese muerto
nuestra ignominia naval,
como mató a Méndez Núñez
su deshonra contemplar!"

Y mira el bravo marino
una lágrima en la faz
del Rey, correr por su rostro
y, al fin, la tierra mojar.

"¡Aun hay marinos en tierra
con honra y con lealtad!"
dice el Rey. "¡Si los leales
sobre ella deben pisar!

Si nuestro honor, de los mares,
el cielo desterró ya,
todos, todos los marinos
debimos desembarcar!"

Buque extranjero de guerra
cruza a lo lejos el mar,
y sentado sobre el puente
se divisa al capitán,

¡Que al ver, de aquellos tres buques,
la salvaje indignidad:
con insultante sonrisa,
escupe airado a la mar...!

¡Marinos, si las espumas
veis vuestro buque asaltar,
las salivas del desprecio
de los honrados serán!

¡Y no encojáis vuestros hombros,
con indiferencia audaz,
que, con desprecio, Churruca
escupe del cielo al mar!

¡Vosotros, los que mirasteis
la lágrima que honró mas
al suelo donde naciera
el héroe de Trafalgar:

Probáis, como el gran Churruca
y Méndez el inmortal,
¡ QUE QUERÉIS HONRA SIN BUQUES;
BUQUES SIN HONRA, JAMÁS!

¡Vosotros sabéis, marinos,
que, en el sentido moral,
una lágrima ser puede
mas grande que vuestro mar!

EL CONDE DE GUERNICA

17/3/12

La edificación y la destrucción del edificio social



Decía Balmes, que las épocas de revolución, aquéllas tempestuosas en que se hunden los gobiernos como edificios cimentados sobre terreno fangoso, llevan todas un carácter que las distingue: el predominio de los intereses del poder público, sobre los intereses privados. Nunca es mas flaco ese poder, nunca menos duradero, pero nunca es mas violento, mas frenético. TODO LO SACRIFICA A SU SEGURIDAD O A SU VENGANZA; la sombra de sus enemigos le persigue, su propia conciencia le atormenta; LA DEBILIDAD DE SU ORGANIZACIÓN Y LA MOVILIDAD DE SU ASIENTO, LE ADVIERTEN A CADA PASO LA PROXIMIDAD DE SU CAÍDA. ¿Qué es entonces a sus ojos la vida de los ciudadanos, si esta vida puede inspirarle la mas leve, la mas remota sospecha? SI CON LA SANGRE DE MILLARES DE VÍCTIMAS PUEDE ALCANZAR ALGUNOS MOMENTOS DE SEGURIDAD; si puede prolongar por algunos días mas su existencia: PEREZCAN, dice, PEREZCAN MIS ENEMIGOS (el que tenga ojos, que vea, el que tenga oídos, que oiga), así lo exige la seguridad del Estado.


Derribado el gobierno antiguo por medio de la fuerza, la idea del derecho ha desaparecido, la legitimidad no le escuda; y falto de razón y de justicia, las busca en la misma necesidad de un poder; proclama que la salud del pueblo es la suprema ley, y entonces la propiedad, la vida del individuo, son nada.


ENTONCES LOS MEDROSOS TIEMBLAN Y SE HUMILLAN, Y EMPIEZAN A REPRESENTAR LA PRIMERA ESCENA DE LA ESCLAVITUD, DONDE EL OPRIMIDO BESA LA MANO OPRESORA, DONDE LA VÍCTIMA ADORA AL VERDUGO: He aquí el fruto legítimo y natural del árbol del libre examen, de la civilización moderna.


Por eso, los mas ardiente demócratas se han desatado en injurias y sarcasmos contra la religión, pues es ella, la católica, su eterna enemiga. Como ella posee la Verdad, solo ella, se tantea LA MONSTRUOSA ALIANZA ENTRE LAS IDEAS CRISTIANAS Y LAS DEMOCRÁTICAS; PERO EL VERDADERO CRISTIANISMO, ES DECIR EL CATOLICISMO, LAS RECHAZA.


Cuando se trata de dirigir las pasiones, se ofrecen dos sistemas de conducta: Uno, el condescender, el otro, el resistir. Los gobiernos laicistas conceden: los que tienen creencias y principios resisten.

15/3/12

El Chapel-Zuri


Que le sea propicia o no la suerte,
desde que el dulce hogar dejó olvidado
en cumplimiento de un deber sagrado,
por el que arrostra impávido la muerte,
lo mismo en campo abierto que en el fuerte
ofrece al pecho el plomo denodado,
porque a la vista de su Rey amado
jamás el riesgo que le cerca advierte.

Y cuando al golpe de la atroz guadaña
quebrarse el hilo de su vida siente,
sin vislumbrar el fin de la campaña,
después de haber luchado cual valiente,
invoca a Dios, al Rey, a España,
y muere cual cristiano penitente.

X.H.

13/3/12

Bajo el roble de Guernica


Vanguardia de las Españas,
alza el vizcaíno solar
sus gigantescas montañas
con el hierro en las entrañas
y sus pies rendido al mar.

Llorando su desconsuelo
el antes libre Nervión,
sigue cruzando este suelo,
que de peñón en peñón
parece abrazarse al cielo.

Sus hijos y hermanos míos
el rayo son de la guerra,
que han dominado bravíos
con su corazón la tierra,
y la mar con sus navíos.

Hoy gimen los ruiseñores,
está de luto el Altar,
Y a los cielos ví llorar
sobre el cáliz de las flores,
y lloran ríos y mar.

Llora el hombre y la mujer,
la gente vieja y bisoña,
y hasta he llegado a entrever
como lágrimas correr
por la Virgen de Begoña.

¿Qué causa tanto rigor?
¿En qué duelo tal se entraña?
es el cristiano dolor
Con que está llorando España
la orfandad de su Señor.

Llora entera la Nación;
sus municipios Castilla,
su libertad Aragón,
su antiguo fuero León
y su grandeza Sevilla.

Valencia sus consejeros,
Baleares sus linajes,
Cantabria sus concejeros,
Cataluña sus usajes
y la Vasconia sus fueros.

Desde el vasco al andaluz
al ver no impera la Cruz
sobre este suelo español,
nos parece que hasta al sol
falta mitad de su luz.

De patricios verdaderos
es nuestro amargo llorar,
que, vascongados sin fueros,
os halláis como extranjeros
en vuestro mismo solar.

Y lloráis las hondas penas
del hombre heroico y altivo,
a quien por traición, apenas
lograron rendir cautivo
y arrastra duras cadenas.

Calmad los tristes dolores
pensando, siempre serenos,
si no fuisteis vencedores
luchasteis cual los mejores
y caísteis como buenos.

Animo, pues, con desdén
miremos la suerte impía,
y nueva esperanza os den,
que a la noche sigue el día
como del mal triunfa el bien.

Vuestro país recorriendo,
y en nuestra España pensando,
de este modo meditando,
de esta manera diciendo
fui una montaña escalando.

Llegué al alto, y de repente
como un eco, me replica
desde el cielo omnipotente,
y me encontré frente a frente
con el árbol de Guernica.

Al verle y hallarme allí,
yo no sé lo que sentí,
que el alma se me ensanchó,
y una voz dentro de mi
me hablaba, que no era yo.

"La desgracia es pasajera
cumpliendo de Dios la ley,
seguid, que el triunfo os espera,
pues tenéis santa Bandera
y a usanza española, Rey".

Marqués de Cerralbo, 1889

12/3/12

La bandera de los Zuavos (Ignacio Wills 1849-1873)


Tendido en el polvo
cubierto de heridas
oprime en sus brazos
el bravo carlista,
la augusta bandera de sangre teñida.

Aun oye luchando
con breve agonía
los hierros que chocan
las balas que silban.
Al cielo levanta
el alma y la vista,
murmuran sus labios
Postrer despedida.
-¡Señor! ¡Mi bandera!,
Gimiendo suspira,
¡Que no me la quiten
ni en muerte ni en vida!

Sus ojos se cierran,
sus manos se crispan
y muere besando
la Cruz bendecida.

Allá, en el palacio
Do el Rey deposita
los santos recuerdos,
las nobles reliquias,
ostenta sus pliegues
la enseña bendita,
manchada de sangre
del bravo carlista.

Miró Dios al héroe
que orando moría,
oyo su plegaria
ferviente y sentida,
salvó la bandera
de toda mancilla,
y el Rey con respeto
la guarda y la mira.

Jamás tocó en ella
la mano enemiga
que el héroe la guarda
en muerte y en vida.

Carlos Verdugo - 1892
A la memoria de Ignacio Wills

9/3/12

¡Viva el Rey!



Cantemos, españoles,
al Dios que nos augura
"La España verá pura
Triunfar su religión".
Cantemos, españoles,
con voz que suba al cielo
al rey del patrio suelo
Don Carlos de Borbón.

Guerra al Liberalismo

Guerra, sí, al Lliberalisme
que pretent ab fera sanya
aufegar del cor d'Espanya
lo crit de: Deu, Patria y Rey.

Valor y pit; que algun día
será nostra la victoria,
y entonarém cants de gloria
á la llegítima lley.
--------------------------------
Guerra, sí, al Liberalismo
que pretende con fiera saña
ahogar del corazón de España
el grito de: Dios, Patria y Rey.

Valor y pecho; que algún día
será nuestra la victoria,
y entonaremos cantos de gloria
a la legítima ley.


Voltreganès

8/3/12

Don Ramiro


"Ramiro de Maeztu encontró en las maneras de los españoles de los S. XV y XVI, vencedores del mundo, el acierto incomparable de una política interior y exterior imposible de superar, si no es por españoles que sigan las enseñanzas de los siglos clásicos. La vuelta a lo nuestro. A nuestras instituciones, a nuestro modo de ser, que es único. Y siempre abrazados a la Cruz. Todo lo que en España sea separarse del Catolicismo es abandonar el ser, la vida de España."

7/3/12

La Tradición que no muere


En cien años de protesta
contra la Revolución,
no ha logrado doblegarnos
frente a frente ni a tración.

Aunque ha urdido mil engaños,
uno a uno han muerto ya,
y los vence. Viva siempre
nuestra Legitimidad.

Somos los cristianos viejos
de española Tradición.
No entendemos de partidos
en la Santa Religión.

Damos la vida a la Patria
por su intangible unidad
y la sangre por los fueros
de la vieja libertad.

Luis Hernando de Larramendi (1882-1957)