14/8/10

El ocaso de esta Era



Las virtudes que engrandecieron Roma:



Responsabilidad ciudadana (auctoritas), Autoestima (dignitas), Tenacidad (firmitas), Austeridad (frugalitas), Laboriosidad (industria), Buena educación (comitas), Discreción (prudentia) y la Honestidad (pudicitia).



Contó Marcelino, que la decadencia del Imperio se debió a la indolencia, degradación y afán de placer de los romanos, apartados de las virtudes que antaño habían hecho grandes a sus ancestros, aquellas virtudes tan ferreamente perseguidas por Octavio Augusto.



"Los imperios decaen por dos circunstancias: LA INEPTITUD Y CORRUPCIÓN A NIVEL HUMANO Y MORAL DE SUS LÍDERES, Y EL DESPILFARRO Y LA FALTA DE AUSTERIDAD EN SUS SOCIEDADES, CORROMPIDAS CON EL SUSTENTO FÁCIL QUE PROPORCIONAN SUS DIRIGENTES. LA COMBINACIÓN DE 'PAN Y CIRCO' (sustitúyase circo por fútbol) HA SIDO MAS NEFASTA PARA LOS IMPERIOS QUE LAS HORDAS BÁRBARAS ENCABEZADAS POR EL PROPIO ATILA. EVIDENTEMENTE, UNA ACTITUD VIGILANTE CONTRA ESTOS VICIOS DE LA SOCIEDAD ES MISIÓN IMPOSIBLE DADO EL CARÁCTER HUMANO DE LAS MISMAS QUE, MAS PENDIENTE DEL 'BIEN VIVIR' QUE DE OTRAS PREOCUPACIONES DE MAYOR ALTURA MORAL, PREFIERE RELAJARSE HASTA LA EXTINCIÓN, ANTES DE AFRONTAR EL ESFUERZO QUE SUPONE SUPERARSE".



Nuestra época, toca a su fin (la civilización occidental o la antigua Cristiandad, lo que hoy falsamente llamamos el Estado del bienestar; todo ello gracias a la aquiescencia de los dirigentes del "mundo libre"). Quizá no lleguemos a verlo, pero también es cierto que la Historia es cíclica y los que hoy están arriba llegará el día en que estén abajo.


Pero no tenemos miedo: "ESTARÉ CON VOSOTROS HASTA EL FIN DE LOS TIEMPOS" (Jesús de Nazareth)


5/8/10

Impíos revolucionarios


Ya lo decía Mirabeau: "Para sembrar la Revolución en Francia, es necesario descatolizarla". Diderot decía: "La Revolución consiste en ahorcar al último Rey con las entrañas del último sacerdote". Mazzini, en su célebre carta-programa del mes de octubre de 1846, decía: "El gran fin de la Revolución muy pocos deben de conocerlo, , porque muy pocos podrían soportar lo que se debía de adular a los reyes para perder a los sacerdotes y a los sacerdotes para perder a los reyes, para que sembrando la discordia entre las potestades eclesiástica y civil, se logre la completa ruina del antiguo edificio social".

Garibaldi, al comité romano, como él le lama en su carta, dice: "Que si el Papa tiene 500.000 sacerdotes que oren por él, la Revolución posee 500.000 asesinos que hundan sus puñales en el corazón del Papa y en el de todos los sacerdotes". Proudhon dice: "Dios es el mal, el gobierno de la Providencia deprava al mundo y todo revolucionario debe trabajar constantemente para reemplazar a la fe con el ateísmo en el mundo". Robespierre decía: "Osadía, osadía es necesario para que la Revolución pueda triunfar". Maquiavelo decía: "Calumniad, calumniad, que de la calumnia siempre queda algo". El demócrata Pianelli en su proclama de Italia cuando las anexiones decía: "LA PIEDAD, ES UN CRIMEN".

Ahí estuvo el gran mal, que no se limitó a tratar a Jesucristo como a un extraño, sino como a un rival. Toda autoridad que el hombre ve cerca de la suya, le importuna y le causa tentaciones de envidiarla; y esta envidia llega a ser tanto mas grande cuanto mas superior aparece esa autoridad. He aquí porque se dijo a partir de entonces a Jesucristo: "Toma tu cetro y vete; puesto que tienes un cielo, ve a reinar en tu cielo, y déjanos solos, reinar en nuestros dominios".

Nunca hicieron los revolucionarios libres a los hombres, les ataron con las cadenas mas gruesas de la esclavitud...cadenas que perduran hasta hoy día.

2/8/10

La educación legítima, esto es, la católica


La perfección de la voluntad es lo que mas honra al hombre y mas autenticamente denota su virilidad, por ser la voluntad, expresión de todo valor humano y de toda pujanza social. Y lo que perfecciona la voluntad del hombre es la obediencia del niño; en toda educación bien ordenada hay que practicar constante y generosamente esta fórmula: APRENDER Y OBEDECER.

La Obediencia, ley imperiosa de toda vida humana. Ésta, comunica a nuestra voluntad tres cosas de que nacen su grandeza y pujanza, a saber: LIBERTAD SOBERANA, RECTITUD INFLEXIBLE Y FUERZA FECUNDA, con la cual se predispone el hombre a grandes creaciones y victorias decisivas. Es la obediencia, escuela de fortaleza y aprendizaje de poderío, y engendra hombres fuertes porque no se impone brutalmente a la infancia, siendo de suyo libre y soberana.

Aprender a creer, para que se desarrolle la inteligencia; aprender a amar, para que se desarrolle el corazón, y aprender a obedecer, para que se desarrolle la voluntad; tales son los tres elementos primarios de toda educación legítima: esto es, LA CATÓLICA. POR EL CONTRARIO, LA ANTICATÓLICA, EMPIEZA A ENSEÑAR LA DUDA PARA QUE SE DESARROLLE LA INDIFERENCIA Y LA FANTASÍA DE LA DÉBIL CABEZA DEL HOMBRE, DE SU EFÍMERA INTELIGENCIA, Y SE PIERDA HASTA EL SENTIDO COMÚN, es decir, para que se desarrolle la voluntad de toda rebeldía contra toda clase de leyes y autoridades: la anarquía es su legítimo resultado. Ésta es la causa de la enseñanza atea, aunque disfrazada con la careta de la libertad de enseñanza, así como en nombre también de la ciencia, de la ilustración, cultura, progreso indefinido y civilización moderna ¡JA!. He aquí porque los revolucionarios, tratan por excelencia de APODERARSE DE TODA ENSEÑANZA: he aquí lo que conllevará: la muerte de la sociedad con todo lo existente.

El gran misterio de la educación legítima (la católica) es inculcar en los niños profundo acatamiento a aquella apacible majestad, donde tan confundidos andan respeto y amor. La escuela católica es la mayor escuela, la mas digna y sublime que existe en el mundo: ES LA ESCUELA DEL RESPETO, ES LA ESCUELA DE LA VERDAD. Cuando llega el desprecio a la educación cristiana y católica, entonces hiere al respeto en su raiz primordial, sube, por decirlo así, a matarle en el seno de Dios; después de este atentado, en razón directa de la altura a que ha tenido que elevarse, derrúmbase luego por la sociedad, echando por tierra todo cuanto en ella sobresale. NADA OBTIENE YA ENTONCES RESPETO LEGÍTIMO, NADA; NI LA MONARQUÍA, NI LA PATERNIDAD, NI LAS LEYES, NI LAS INSTITUCIONES, NI LOS HOMBRES, NI LAS COSAS.

El carácter distintivo de la falsa educación, es la degradación de la sociedad, el ultraje a la dignidad, el menosprecio a toda la altura que puede alcanzar en la tierra; el desprecio al hombre y del hombre a sí mismo; el desprecio al mismo Dios como prueba del gran vértigo del orgullo del hombre, de su soberbia, de su egoísmo, de su ingratitud.

LA NATURALEZA ES LA LEY DE NUESTRA EDUCACIÓN, PORQUE ES NECESARIA A NUESTRA VIDA; EL AMOR ES LA LEY DE LA EDUCACIÓN PORQUE NECESITAMOS AMAR; EL RESPETO ES LA LEY DE LA EDUCACIÓN, PORQUE NECESITAMOS RESPETAR. Sea pues la católica, la educación que mas eleva al hombre y su espíritu.